Desde 2015, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) está investigando y comprobando la necesidad de la educación emocional en niños y jóvenes, así como promoviendo políticas y guías para su implantación en los centros.
Según un informe de 2020 de la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), incluir habilidades socioemocionales en los programas de formación docentes ayuda a abordar el estrés e impulsan las habilidades emocionales y sociales en el aula.
Idiena, Instituto de Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada, ha realizado el I Estudio a nivel nacional de Educación Emocional en los Colegios en España. Según los datos extraídos, el 94% de los docentes afirman que mejorarían en su trabajo con los alumnos si tuvieran formación en educación emocional.
El 73% de los encuestados añade que la importancia de formación en competencias emocionales es mucho más importante ahora que antes de la pandemia.
En sus encuestas, los directores de los centros escolares apuntan que esta formación sería muy beneficiosa para los alumnos. El 55% de los encuestados creen que la inteligencia emocional puede reducir mucho el acoso escolar, y el 100% entre bastante y mucho.
Asimismo, el 100% de los directivos asegura que mejoraría la motivación y el gusto de los alumnos por aprender, el rendimiento escolar y los prepararía para el mundo laboral; además el 68% cree que mejorarían como personas, un 66% manifiesta que mejoraría la relación entre los alumnos y el 55% piensa que disminuiría el acoso escolar.
Los alumnos suspenden en empatía
Según los educadores, los alumnos suspenden en empatía, una competencia emocional que es la base y soporte de otras como la comunicación, la escucha activa y el trabajo en equipo. Sin embargo, cuando se les pregunta por las competencias emocionales más importantes para los alumnos el 36% dicen que es la autoestima, el 32% se decanta por el autocontrol y otro 32% por la comunicación.
Si se les pregunta por las suyas propias, para los docentes, el primer lugar lo ocupa la comunicación (88%), el segundo lugar la autoestima (73%) y el tercer lugar el optimismo (71%); a las que siguen trabajo en equipo (69%), flexibilidad (67%), autocontrol (66%) y resiliencia (64%).
Este estudio realizado por Idiena es de la primera encuesta a nivel nacional que se realiza en este campo, cuya necesidad se ha incrementado por la situación que el Covid-19 ha supuesto tanto para la sociedad en general como para los centros educativos en particular, que han tenido que hacer un gran esfuerzo para dar la mejor respuesta posible a alumnos, padres y madres.
Las encuestas se han realizado entre febrero y abril de 2021 y la muestra obtenida es representativa de toda España; han participado 109 colegios (12 públicos, 22 privados y 75 concertados), 44 directores de centros escolares y 557 docentes.
“Hemos obtenido una colaboración única en la historia, que nos ha permitido analizar y obtener unos resultados sobre el sector de altísimo valor, tanto para el propio colectivo docente como para la sociedad en general (padres y madres, autoridades públicas)”, asegura Michael José Belzunce, presidente de Idiena.
La importancia de formar en educación emocional
Tanto el informe final como el análisis de resultados han sido realizados por un equipo de doctores investigadores especializados en Inteligencia Emocional y otras disciplinas, apoyando así y siguiendo la línea de rigurosidad científica propia de Idiena. La muestra ha contestado a una encuesta detallada con un 95% de nivel de confianza y un 5% de margen de error.
“Los datos son muy significativos y ayudan en la toma de futuras decisiones. Ahora queremos hacer llegar este estudio y sus conclusiones a todo el sector educativo y a la sociedad, haciéndoles partícipes de la importancia de incluir la educación emocional en el sistema educativo. Una necesidad que se ha acentuado con la pandemia.», afirma Michael José Belzunce.
» Las principales barreras que encuentra el sistema son las distintas legislaciones de las comunidades autónomas, una escasa sensibilidad hacia el concepto, la falta de formación del claustro, las dificultades de implementación en los programas educativos y la ausencia de un modelo de referencia que sea estable”, concluye.
Actualmente, no existen estadísticas oficiales en España sobre cuántos colegios imparten educación emocional. Según las estimaciones de Idiena, solo el 5% de los centros las incluyen en sus programas. La Comunidad de Canarias es la excepción en la educación pública con un inicio piloto en algunos centros de primaria que se inició en 2014. También se encuentran algunas iniciativas puestas en marcha por centros privados apoyados por la Fundación Botín.
La Universidad Pontificia Comillas comenzó su andadura a finales del siglo XIX y desde entonces no ha dejado de crecer en la formación de estudiantes. Es uno de los 200 centros que la Compañía de Jesús tiene en el mundo, lo que supone la red universitaria más extensa a nivel internacional.
De todo esto y mucho más nos habla Antonio Obregón, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, que también destaca la elevada empleabilidad de la universidad, en el Top 5 mundial en cumplimiento de los ODS.
—¿Qué caracteriza a la Universidad Pontificia Comillas?
—En nuestra misión universitaria destacan aspectos relevantes como la formación integral, innovadora y capaz de atraer al mejor y más comprometido talento, porque promovemos que nuestros estudiantes sean competentes, conscientes, compasivos y comprometidos para que sean capaces de prestar un servicio a la sociedad a través del ejercicio de su profesión. Además, nos caracteriza la investigación útil, relevante y transformadora; y la transferencia y el impacto social de referencia desde la identidad de ser la universidad jesuita de Madrid.
Un proyecto que interesa
—¿Qué cree que aporta Comillas a los alumnos que estudian allí?
—El creciente interés por estudiar en la Universidad Pontificia Comillas viene motivado por la excelencia e identidad de nuestro modelo formativo, que ha combinado la tradición educativa de los jesuitas con un marcado carácter innovador y una permanente atención a la demanda de nuevos perfiles profesionales, siendo pioneros en numerosos programas y metodologías docentes. .
—¿En qué cree que se consideran una universidad pionera?
—En el ámbito educativo fuimos la primera universidad que implantó los dobles grados en España en 1960, con Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Desde entonces no hemos dejado de innovar, con grados, dobles grados y posgrados, ajustándonos a las necesidades de empleabilidad de las empresas, con las que tenemos una relación muy estrecha.
También hemos sido los primeros en integrar un Diploma de Habilidades, en las que se forma a los alumnos en habilidades personales y comunicativas, que incluyen competencias como liderazgo, trabajo en equipo, autoconocimiento, comunicación persuasiva o emprendimiento.
Nuestra educación integral cuenta con un despliegue de actividades culturales, deportivas y sociales en las que los alumnos llevan a cabo actividades de aprendizaje-servicio, donde vuelcan sus conocimientos al servicio de los más desfavorecidos. Y enriquecen su experiencia vital y académica con un alto grado de internacionalización, tanto en la propia universidad como a través de los intercambios con universidades socias de prestigio.
—Habla de internacionalización y empleabilidad. ¿Puede darnos algún dato?
—Comillas tiene más de 100 años de experiencia formando a líderes empresariales y sociales, y pertenece a los 200 centros universitarios que la Compañía de Jesús tiene en todo el mundo, lo que supone la red universitaria más extensa del mundo.
También, Comillas tiene una de las ratios más elevadas de intercambios docentes en Europa en relación con su tamaño y tenemos más de 600 convenios con universidades de todo el mundo. Respecto a la empleabilidad, estamos a la cabeza de los rankings internacionales.
Uno de los más prestigiosos, el QS Graduate Employability Rankings 2020, nos sitúa como primera universidad en España en empleabilidad, la segunda de Europa y la séptima del mundo, y estamos a la cabeza en Europa en compromiso con el alumnado. Por eso, a día de hoy, historia y reputación la colocan entre las mejores universidades de España.
—Los rankings también sitúan a Comillas en lo más alto de los rankings en cuanto a cumplimiento de los ODS…
—En efecto, la Universidad Pontificia Comillas es la cuarta universidad en el mundo en el cumplimiento del ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), la quinta a nivel mundial en el ODS 13 (Acción por el clima), y la decimoquinta en el ODS 8 (Trabajo Decente y crecimiento económico), según el último ranking de Times Higher Education (THE), uno de los más prestigiosos en todo el mundo.
Estos resultados nos sitúan como una universidad de referencia internacional en causas tan urgentes y estratégicas como la Agenda 2030 y la Ecología Integral, ejes fundamentales de nuestro plan estratégico, y dan buena cuenta del compromiso de la universidad en la búsqueda de soluciones justas y sostenibles para los problemas que afrontamos como humanidad.
—¿Y qué papel juega la tecnología en las metodologías docentes?
—Tienen un rol muy importante como se ha demostrado en la pandemia. En tiempo récord se dotó a las aulas con un alto grado de digitalización, se formó al profesorado a través de webinars para manejar nuevas tecnologías y se implicó a toda la comunidad universitaria para continuar con una formación sólida, continua y a la vanguardia metodológica.
No se perdió un solo día de clase en la transición desde la presencialidad a la docencia bimodal, es decir, la mitad del alumnado en el aula y la otra mitad conectada en remoto recibiendo la misma clase.
—Se podría decir que elegir Comillas es apostar por un valor seguro…
—Todas las características de la universidad permiten considerar nuestra formación como un valor seguro en orden a la capacitación técnica y a la inserción profesional, en cualquiera de los ámbitos disciplinares en que actuamos. *
La Fundación CYD ha presentado los resultados de la octava edición del Ranking CYD, el ranking español con mayor número de universidades y que se encuentra disponible a través de la web rankingcyd.org.
La presentación 2021 se hace en un contexto de crisis sanitaria que ha obligado a las universidades a asumir su transformación digital, incidiendo la pandemia en la actividad tanto docente como investigadora en una situación de máxima excepcionalidad.
El Ranking CYD, herramienta que permite medir y comparar el conjunto de universidades a través de una guía multidimensional para evaluar el rendimiento institucional y el de los diversos ámbitos de conocimiento, sigue creciendo en número de universidades, ámbitos y titulaciones, ofreciendo información completa y representativa del sistema universitario español.
En esta octava edición se publican resultados de 77 universidades españolas, 27 ámbitos de conocimiento (dos nuevos: Veterinaria y Agricultura) y 2.998 titulaciones. Las universidades participantes representan el 89,5% de las 86 que imparten enseñanzas de grado incluidas en el RUCT (Registro de Universidades, Centros y Títulos). De este total, 48 son públicas (lo que corresponde al 100% de las universidades públicas) y 29 privadas (el 76,3% de las universidades privadas).
En lo que hace referencia a los ámbitos de conocimiento de esta edición, el porcentaje de universidades que participan en el Ranking CYD respecto al total de las que imparten enseñanzas de grado y máster oscila entre un 73,3% en el caso de Agricultura y el 92,85% en Medicina.
Las 15 universidades españolas que destacan por tener un número más elevado de indicadores pertenecientes al grupo de mayor rendimiento relativo, ordenadas según dicho número, son: Autònoma de Barcelona, Autónoma de Madrid, Navarra, Pompeu Fabra, Carlos III de Madrid, Ramon Llull, Pontificia Comillas, Barcelona, Rovira i Virgili, Deusto, Politècnica de Catalunya, Internacional de Catalunya, Mondragon Unibertsitatea, Girona y València – Estudi General.
Según Francesc Solé, Vicepresidente de la Fundación CYD, “la utilidad es la condición que marca la calidad de un ranking. Si un ranking orienta a los jóvenes en el momento de escoger una titulación en una universidad determinada, ayuda a las universidades en la toma de decisiones y ayuda a los responsables de la política universitaria, cumple con esta condición de utilidad.
El Ranking CYD es una herramienta que ha de considerarse relevante, ya que brinda información y datos actualizados para que la elección esté bien fundamentada; bien sea profesional, esté relacionada con el enfoque institucional o la gestión universitaria”.
Universidades que destacan en cada dimensión
Los indicadores institucionales del Ranking CYD se agrupan en cinco dimensiones. En cada una de ellas, sobresalen las siguientes universidades en las primeras posiciones según el número de indicadores de alto rendimiento:
Enseñanza y Aprendizaje: Autónoma de Madrid, Pontificia Comillas, Francisco de Vitoria, Pontificia de Salamanca, Católica de Valencia San Vicente Mártir y ESIC Universidad.
Investigación: Santiago de Compostela, Cantabria, Pompeu Fabra, Navarra y Politécnica de Valencia.
Transferencia de Conocimiento: Politècnica de Catalunya, Autònoma de Barcelona, Rovira i Virgili, Carlos III, Politécnica de Madrid y Barcelona.
Orientación Internacional: Navarra, Ramon Llull, Carlos III de Madrid, Autònoma de Barcelona y Pontificia Comillas.
Contribución al Desarrollo Regional: Autònoma de Barcelona, Málaga, Pública de Navarra, La Laguna e Internacional de Catalunya.
Dos ámbitos nuevos: agricultura y veterinaria
La herramienta online también permite analizar un total de 27 ámbitos de conocimiento. De ellos, dos son nuevos: Veterinaria y Agricultura; 19 se han incluido en las siete ediciones anteriores del Ranking CYD: Física, Química, Matemáticas, Biología, ADE, Economía, Ciencias Políticas, Sociología, Historia, Educación, Derecho, Ciencias de la Tierra/Geología y las Ingenierías Eléctrica, Mecánica, Informática, Química, Civil, Industrial y de Materiales; y, además, en esta edición se presentan datos actualizados de seis ámbitos: Farmacia, Trabajo Social, Medicina, Enfermería, Odontología y Psicología.
Respecto a Veterinaria, la representatividad en el Ranking CYD es del 84,61%, al participar 11 de las 13 universidades presenciales que imparten en España titulaciones de grado y máster en este ámbito. Las cinco universidades que destacan en este ámbito por tener más indicadores en el grupo de mayor rendimiento relativo son Autònoma de Barcelona, Murcia, Complutense de Madrid, Las Palmas de Gran Canaria y Lleida.
Agricultura es el segundo ámbito nuevo que se incorpora en la octava edición del Ranking CYD con una representación del 73,3%, al participar 22 de las 30 universidades presenciales que imparten en España titulaciones en dicho ámbito.
Las cinco universidades que destacan en Agricultura por tener un número más elevado de indicadores de mayor rendimiento son: Lleida, Politècnica de València, Miguel Hernández de Elche, Politécnica de Madrid y Politécnica de Cartagena.
Datos actualizados en el área de salud
La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha generado un punto de inflexión en el área de Ciencias de la Salud, aumentando su valoración y reconocimiento. Ello ha incidido directamente en la toma de decisiones de los jóvenes que se están formando o que quieren estudiar una carrera de esta área, aumentando la demanda de perfiles especializados en salud.
En este contexto, no es casual que la demanda para estudiar Medicina en las universidades públicas se haya disparado un 44%, pasando de 44.589 solicitudes en el curso 2019/20 a 64.164 en 2020/21. Según datos de preinscripción del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU) del Ministerio de Universidades, también han crecido las solicitudes de matrícula en Enfermería (30%) y otros estudios relacionados con Ciencias de la Salud (13%).
Bajo esta tendencia de doble demanda (del mercado laboral que requiere perfiles formados en Ciencias de la Salud y de estudiantes cuya preferencia de la titulación está relacionada a dicha área), la octava edición del Ranking CYD actualiza los seis ámbitos correspondientes para que los estudiantes dispongan de datos actuales y puedan elegir qué y dónde estudiar en función de los indicadores que decidan priorizar.
En los 6 ámbitos de salud actualizados en esta edición del Ranking CYD, las cinco universidades que destacan en cada uno de ellos son:
Enfermería: Navarra, Alicante, Cantabria, Málaga y Castilla-La Mancha.
Medicina: Navarra, Barcelona, Autónoma de Madrid, Salamanca e Internacional de Catalunya.
Farmacia: Navarra, Barcelona, Santiago de Compostela, Cardenal Herrera-CEU y Complutense de Madrid.
Odontología: Internacional de Catalunya, Complutense de Madrid, València (Estudi General), Santiago de Compostela y Sevilla.
Psicología: Salamanca, Pontificia Comillas, País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, Ramon Llull y Autónoma de Madrid.
Trabajo Social: Ramon Llull, València (Estudi General), Comillas, Deusto y Rovira i Virgili.
Además, el Ranking CYD permite analizar y agrupar estos ámbitos según dimensiones e indicadores. En la dimensión Enseñanza y Aprendizaje, Medicina y Enfermería son los ámbitos con mayor número de indicadores.
Dentro de la dimensión y para dichos ámbitos, tres son los indicadores destacados por tener los valores más elevados: en la tasa de graduación normativa (grado), Enfermería posee el valor más alto (75,3%) seguida de Medicina (71,5%); respecto a la tasa de rendimiento (grado), Enfermería consigue un valor del 92,5% y Medicina del 90,6%, y en la tasa de éxito (grado) Enfermería del 94,7% y Medicina del 93,7%.
Evolución ranking CYD 2016-2021
Para valorar la evolución de los resultados conseguidos por las universidades en el período 2016-2021, se han seleccionado un total de 18 indicadores para 52 universidades.
Esta selección se ha realizado a partir de dos criterios: el primero, aquellos que combinan el mantenimiento básico de sus características metodológicas en el período y, segundo, aquellos para los que se dispone de información de un mayor número posible de universidades. La evolución se analiza según su variación media acumulada.
“Los resultados obtenidos por el Ranking CYD en estos últimos años ponen de manifiesto una evolución positiva de un número relevante de los indicadores utilizados para su elaboración. Más allá del distinto comportamiento de cada universidad, el sistema universitario en su conjunto ha obtenido unos resultados más que notables”, afirma Martí Parellada, Director del Ranking CYD.
De los 18 indicadores, 16 presentan una variación anual positiva y 2 negativa. Respecto a los de variación positiva, destacan las patentes concedidas por profesor (11,01%), el porcentaje de publicaciones con empresas respecto al total (7,39%), el porcentaje de los ingresos de formación continuada respecto al total de ingresos (4,92%), los estudiantes de máster que provienen de otras comunidades autónomas (4,54%), las publicaciones por profesor (4,48%), el porcentaje de publicaciones en que al menos uno de sus autores se ubica en una institución de la región respecto al total (4,12%), y el porcentaje de publicaciones en que al menos uno de sus autores tiene una filiación internacional (3,51%).
A nivel institucional, las universidades con variaciones positivas en un mayor número de indicadores considerados son: A Coruña, Navarra, Universidad Politécnica de Madrid y Valladolid. Además, señalar que los indicadores de fondos externos de investigación liquidados, publicaciones por profesor, publicaciones internacionales y publicaciones regionales expresan variaciones positivas en la práctica totalidad de las 52 universidades consideradas.
Por último, y en relación a los dos indicadores con una variación anual negativa, el impacto normalizado de las publicaciones tiene una variación negativa muy reducida, mientras que la presencia del profesorado extranjero en las plantillas de la universidad disminuye de una manera más acusada en dicho período, un -1,06% de variación anual acumulada.
Regiones que más destacan según el ranking de sus universidades
El Ranking CYD, a partir de los 37 indicadores disponibles para la universidad en su conjunto, permite, también, en una perspectiva basada en las comunidades autónomas, reflejar las diferencias territoriales en cuanto a dimensión, estructura y resultados de las universidades.
En esta edición las cinco comunidades autónomas con el número más elevado de indicadores de mayor rendimiento son: Navarra, Cataluña, País Vasco, Madrid y Comunidad Valenciana. En relación a cada una de las dimensiones, las regiones que obtienen un número superior de indicadores en función de su rendimiento son:
Enseñanza y aprendizaje: Navarra y País Vasco, Aragón y Cataluña.
Investigación: Navarra, Cantabria y Cataluña.
Transferencia de conocimiento: Comunitat Valenciana, Navarra y Cataluña.
Orientación internacional: Navarra, Cataluña y Madrid (empatan) y País Vasco.
Contribución al desarrollo regional: Cataluña y País Vasco, Canarias y Andalucía.
Federico Linares, presidente de EY España y del Consejo Social de la Universidad de Cádiz, sostuvo que “el Ranking CYD es más necesario que nunca porque, en un contexto de cambio como el actual, es imprescindible medir de manera transparente y fiable la calidad del sistema universitario español. Tras la pandemia, nos encontramos en un momento de transición y de configuración de un nuevo mundo más digital y sostenible en el que es urgente identificar lo que no ha funcionado bien, así como incorporar mejoras para afrontar el futuro con éxito».
En este sentido, el Ranking CYD «es especialmente útil para medir el papel y el impacto de las universidades en las comunidades en las que se insertan, algo que resulta de gran ayuda para los Consejos Económicos y Sociales a la hora de impulsar medidas transversales para toda la sociedad”.
Les Roches, escuela de formación hotelera reconocida recientemente como el tercer centro de educación superior con mayor reputación de empleabilidad a nivel mundial según QS World University Rankings 2021, lanza la segunda edición de “The Next Disruptor”, un concurso de becas que busca ideas disruptivas en el campo de la hotelería, los viajes y el turismo.
Con las expectativas en constante cambio de los consumidores y la tecnología remodelando perennemente el lugar de trabajo, estar conectado a las necesidades de la industria es un factor clave para alcanzar el éxito profesional.
Como institución educativa dedicada a la industria hotelera y turística, hacerlo desde el principio y durante el viaje de aprendizaje de los estudiantes es la piedra angular del enfoque de Les Roches.
A través del concurso “The Next Disruptor” abierto a estudiantes de secundaria en todo el mundo, Les Roches quiere que las mentes del mañana piensen hoy en las ideas disruptivas que impactarán positivamente el medio ambiente, la cultura, la experiencia del cliente, la satisfacción de los empleados o la rentabilidad.
A pesar de los desafíos, hay una oportunidad para que los actores de la industria aprendan y revisen los modelos económicos y estratégicos del sector hospitality.
El concurso incluye tres rondas al final de las cuales se invita a tres finalistas a presentar su servicio o producto ante un panel de jueces formado por expertos de la industria, profesores, inversores, propietarios de empresas emergentes y directores ejecutivos en el campus de Les Roches.
Los concursantes serán evaluados en función de su creatividad, la viabilidad comercial de su idea y su potencial de disrupción, así como su capacidad para presentar el proyecto a través de diferentes canales.
Un mentor, experto en hospitalidad y gurú de Airbnb
El ganador global también ganará una sesión de entrenamiento exclusiva con Chip Conley, el empresario de hoteles boutique que ayudó a los fundadores de Airbnb a convertir su emergente empresa tecnológica en una marca hotelera de impacto mundial.
Para Chip, “la pasión por la hospitalidad está profundamente arraigada y dura toda la vida. La sabiduría compartida en este campo en constante evolución es más importante ahora que nunca”.
El emprendedor más innovador ganará una beca completa para cursar el Título Universitario en Administración Hotelera Global y Empresas Turísticas en las sedes de Les Roches de Crans-Montana (Suiza) o Marbella (España). Con este certamen, “The Next Disruptor”, Les Roches quiere atraer a los mejores talentos globales y darles la oportunidad de prepararse para ser los visionarios fundadores del mañana.
La Universidad Loyola, promovida por la Compañía de Jesús, ofrece para el próximo curso 2021-2022 la posibilidad de estudiar en sus campus de Córdoba, Sevilla y Granada más de 60 itinerarios de grado -simples, dobles y plus-, en las áreas de Administración y Dirección de Empresas (ADE), Economía, Comunicación, Criminología, Derecho, Educación, Ingeniería, Psicología, Relaciones Internacionales, Artes y Teología.
Los dobles grados son una de las principales apuestas de la Universidad Loyola porque facilitan a los estudiantes una formación más completa e interdisciplinar, multiplicando sus posibilidades de acceso al mercado laboral. Itinerarios flexibles e innovadores que buscan desarrollar el talento de los estudiantes.
El ambiente internacional se respira en los campus de la Universidad Loyola, donde más de 40 nacionalidades conviven en su comunidad universitaria, y un elevado porcentaje de la docencia es en inglés, contando igualmente con titulaciones bilingües. Actualmente, es la universidad andaluza con mayor porcentaje de estudiantes y de profesorado internacional, según el último informe de la Fundación CYD.
Novedades para el curso 21/22
Entre las novedades formativas para el próximo curso, se encuentra la puesta en marcha del grado en ADE Bilingüe en su Campus de Córdoba, titulación que también se imparte ya en el Campus de Sevilla y que cuenta con diversas opciones de combinación con Comunicación, Relaciones Internacionales o Derecho. Por otra parte, el próximo mes de septiembre comenzarán a impartirse los nuevos grados del área de Artes.
El Grado en Flamenco, en las especialidades de Cante, Baile y Guitarra, es colaboración con la Fundación Cristina Heeren, es una titulación única en el mundo. El Grado en Creación y Producción Musical, en colaboración con la Universidad de San Francisco (EEUU), tiene un carácter práctico y muy enfocado a la industria de los contenidos digitales y el entretenimiento, que contará en su claustro con algunos de los mejores compositores y productores nacionales e internacionales.
Líder en inserción laboral
Junto a su modelo de formación experiencial y su enfoque internacional, la Universidad Loyola destaca por su alto índice de empleabilidad, datos que la sitúan entre las mejores universidades de España y líder en Andalucía. La Universidad cuenta con un Servicio de Carreras Profesionales que acompaña a los estudiantes desde su llegada a la Universidad y les ayuda a poner en marcha su propio itinerario de empleabilidad a través de formación y tutorización individual, así como a través del networking y el contacto directo con las mejores empresas.
¿Has pensado alguna vez estudiar en Canadá? Centennial College ofrece educación de alta calidad e innovadora, aplicando el modelo “hands-on” y enfocada a las necesidades del mercado laboral. No te pierdas esta entrevista para conocer esta institución y sus ventajas en profundidad.
Centennial College, fundado en 1966, es el primer College público de Toronto (Ontario). Se trata de la institución de Educación Superior de Canadá con mayor diversidad cultural en sus clases. Los programas que ofrece están orientados a la práctica y al éxito profesional en la industria.
¿En qué se diferencia el modelo educativo canadiense del que se ofrece en España?
En Canadá se entiende la educación como “Lifelong Learning” o el aprendizaje permanente. Es muy común compaginar la carrera académica y la laboral, durante los años de estudios o tras terminar un programa. El objetivo es adquirir experiencia laboral en Canadá antes de graduarse para aumentar las oportunidades de contratación.
El Gobierno y las empresas canadienses animan a los trabajadores a continuar su formación académica en paralelo con su trabajo. También, es habitual realizar un postgrado, máster o curso de idiomas durante un año de descanso, excedencia o permiso laboral.
La carrera académica en España cuenta con una serie de limitaciones que se traduce en peores salidas profesionales para los recién graduados.
En Canadá al terminar el Bachillerato, los jóvenes deciden si estudiar en un College o en una Universidad. En España, esta decisión está condicionada por el rendimiento académico en Bachillerato. En cambio, en Canadá esta decisión se basa en aspectos como las aspiraciones profesionales, la rapidez con la que se desea ingresar en el mercado laboral y las preferencias de aprendizaje a recibir (teórico-Universidad o práctico-College),
Los Colleges en Canadá son considerados instituciones de Educación Superior, regidas bajo el Ministerio de Colleges y Universidades de Canadá. La educación en College está muy bien valorada por la población y sobre todo por la industria.
¿Cuáles son las características que destacaríais de vuestra institución? ¿Existe, por ejemplo, un buen nivel de empleabilidad?
Centennial College ofrece educación de alta calidad e innovadora, aplicando el modelo «hands-on» y enfocada a las necesidades del mercado laboral. Por lo tanto, los graduados de Centennial College tienen las habilidades requeridas para un acceso inmediato al mundo laboral.
Los Colleges en Canadá son evaluados por sus graduados y la industria a través de los KPI – Key Performance Indicator. Centennial College ha sido reconocido varios años seguidos como el College preferido por los estudiantes, ocupando el número uno entre los centros en Toronto (KPI: 2016, 2017, 2018, 2019). Además, el 88% de los graduados encuentran trabajo en su ámbito de estudio en los primeros seis meses de graduarse.
Todo esto convierte a Centennial College en la opción número uno entre los estudiantes internacionales que deciden estudiar en un College de Canadá. Tenemos más de 25.000 estudiantes full-time, de los cuales más de 11.000 son internacionales de más de 130 países.
A nivel personal, ¿qué cualidades obtiene un alumno titulado en vuestro college?
En Centennial College te gradúas siendo un ciudadano global que defiende la equidad y la justicia social. Tienes la oportunidad de aprender sobre estos conceptos y de desarrollar un pensamiento crítico en tu programa. En Centennial College, al igual que en todo el país, se respeta y valora la diversidad cultural y la diferencia, sea cual sea.
Además de obtener las habilidades técnicas requeridas en tu área, el College se preocupa de que los estudiantes comprendan las “soft skills” o habilidades blandas, que suelen ser determinantes para diferenciarse de otros candidatos y lograr un puesto de trabajo.
Gracias a mis estudios en Centennial College reforcé mis habilidades comunicativas en inglés, el trabajo en equipo, la gestión de conflictos, la capacidad de trabajar bajo presión, el control del tiempo, la priorización de tareas, la toma de decisiones, la automotivación y la iniciativa en el trabajo.
¿Qué tipo de programas ofrecéis y cómo se divide vuestra oferta?
Centennial College ofrece a los estudiantes graduados de Bachillerato las siguientes opciones: Certificados (1 año), Diplomas (2 años), Advanced Diplomas (3 años) y Bachelors Degree (4 años). Los graduados universitarios pueden cursar estudios de Postgrado.
Tenemos más de 200 programas en las áreas de Negocios, Ingeniería, Tecnología, Ciencias Aplicadas, Comunicación, Medios Audiovisuales, Arte, Diseño, Salud, Comunidad, Hostelería, Turismo, Gastronomía, Transportación y Aviación; así como programas de inglés.
¿Qué creéis que puede atraer de Canadá en general y de Toronto en particular a un estudiante español?
Canadá y Toronto ofrecen grandes oportunidades de desarrollo, tanto laboral y académico como personales, mientras convives en una comunidad muy diversa y muy rica culturalmente. La sociedad canadiense actúa con responsabilidad individual y colectiva, se preocupa por el bienestar de todos, incluido el respeto hacia los animales y el medio ambiente.
En Canadá es muy fácil encontrar trabajo en tu área, siempre y cuando tengas un buen nivel de inglés, unas credenciales académicas canadienses y un permiso de trabajo. Los estudiantes internacionales puedes trabajar 20 horas a la semana mientras estudian y al graduarse, conseguir el “Post-Graduation Work Permit” que está vigente por la misma duración de tus estudios. A continuación, se puede solicitar la residencia permanente y, por último, la ciudadanía canadiense.
Toronto, conocida como la ciudad más muticultural del mundo, es grande y ofrece una gran variedad de oferta de ocio, gastronomía y deporte. Llevo viviendo en ella 13 años y siempre descubro algo nuevo que hacer. Es cierto que el invierno canadiense es bastante frío y mucha nieve, pero no es eterno. Enseguida llega la esperada primavera, el deseado verano y el precioso otoño canadiense con sus colores.
Renunciamos menos a los estudios –la tasa de abandono escolar temprano se situó en 2020 en el 16%, la cifra más baja contabilizada en España–; cada año aumenta el porcentaje de personas que alcanza la educación superior –el año pasado ascendió al 44,8% entre quienes tienen de 30 a 34 años–; y además consideramos muy importante seguir formándonos a cualquier edad –el 11% de la población de 25 a 64 años siguió algún tipo de formación en las cuatro últimas semanas.
Pero que le estemos dando a la educación un lugar preferente no significa que no haya aspectos de ella que podamos mejorar, como ha puesto en evidencia la pandemia. «En algunos ámbitos, la educación no ha avanzado lo suficiente como exigían los cambios externos al propio sistema educativo», afirma Albert Sangrà, catedrático de Educación y profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.
Para hablar de esos avances necesarios de cara al futuro de la educación, la UOC ha organizado un ciclo de seminarios web que comenzaron el 21 de abril y con el que quiere conmemorar el 25º aniversario de la creación de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación. En los webinars, se reflexiona sobre los desafíos que se presentan en el futuro de los diferentes ámbitos de conocimiento: Hoy martes, tiene lugar uno dedicado a los retos de mañana en acción social y educativa.
En el primero de estos webinars se dio respuesta al gran reto de la educación, que en opinión de Sangrà consiste en educar personas «que sean capaces de transformar la sociedad en una más sostenible, más justa y más equitativa». Según el catedrático de la UOC, para poder afrontar ese gran reto habría que abordar estos diez desafíos:
1- Educar personas, no solo profesionales
¿Educamos únicamente para ser fuerza de trabajo al salir de la escuela, del instituto o de la universidad? ¿O deberíamos educar personas para la vida en sociedad? Precisamente uno de los retos de la educación es lograr un equilibrio entre ambas tareas.
«A veces se olvida que la educación tiene un componente de carácter social que también estamos obligados a desarrollar. Se trata de equilibrar las propias finalidades de la educación entre la capacitación laboral y la educación como formación de ciudadanos en nuestra sociedad», señala Albert Sangrà, director de la Cátedra UNESCO.
2- Identificar y diseñar el tipo de educación que vamos a necesitar en el futuro
Definir qué es lo que queremos que aprendan las nuevas generaciones es el primer paso para saber qué herramientas utilizar para lograrlo. Por eso, la pregunta clave es qué será necesario que aprendamos en el futuro.
«La educación tiene que dar respuesta a esa pregunta para poder definir no solo el contenido de los programas sino también los procedimientos con los que se va a enseñar y las actitudes que las personas van a aprender a desarrollar durante todo ese proceso», dice Sangrà, miembro del grupo de investigación en Educación y TIC Edul@b de la UOC.
3- Desarrollar modelos y escenarios educativos verdaderamente equitativos e inclusivos
Aunque una buena parte de la responsabilidad para la equidad y la inclusividad real de los modelos y escenarios educativos la tienen gobiernos y administraciones, todos los agentes educadores deben tener este objetivo en sus hojas de ruta.
«Crear sistemas educativos donde la equidad y la inclusión sean pilares fundamentales no es una opción, es una obligación», afirma el profesor Sangrà.
4- Aprender a utilizar mejor la tecnología
Como explica el catedrático de la UOC, la pandemia ha demostrado que continúa habiendo desigualdades en lo referente al acceso a las tecnologías que urge resolver. Pero además nos ha enseñado que podemos utilizar mejor la tecnología.
«Lo que pensábamos que sabíamos con respecto al uso de la tecnología en la educación no es suficiente, porque en realidad la hemos utilizado solamente como mero instrumento para continuar haciendo lo que hacíamos», afirma añadiendo que lo que exige la situación actual es un replanteamiento de los procesos educativos y cómo tienen que llevarse a cabo.
«Los profesores deben alcanzar el grado máximo en su competencia digital docente», asegura Albert Sangrà.
5- Tener en cuenta la dimensión digital de los estudiantes
Durante los próximos años será fundamental la formación del profesorado en TIC. Pero, además, esa formación debería permitir entender al profesorado que las dimensiones vitales de las personas se han multiplicado durante los últimos años.
Por eso ahora no basta con pensar solamente en el aula y en su entorno cercano, ya que «las tecnologías han facilitado la creación de una dimensión digital de la vida de las personas en la que se comunican, se relacionan, utilizan las redes sociales y tienen a su alcance el acceso a información que antes no tenían», señala Sangrà.
De ahí que para la educación integral de la persona haya que tener en cuenta también su nueva dimensión digital.
6- Abordar la hibridación entre la clase presencial y la potencialidad de entornos online
Precisamente por esa nueva dimensión digital, el profesorado debería tener un carácter mucho más activo y actualizado, pensando no en la sociedad que hemos vivido sino en la sociedad que nos tocará vivir.
«Necesitamos una formación en TIC que sea conceptual, que permita al profesor o profesora diseñar escenarios nuevos de formación y que estos sean híbridos», explica el profesor de la UOC. Sin embargo, eso no significa que la escuela tenga que convertirse en una escuela a distancia.
El objetivo es que, aunque la educación sea presencial, se puedan aprovechar al 100 % las opciones que da la actividad docente en entornos no presenciales y en línea para cubrir mejor todas las dimensiones de los estudiantes.
7- Educar para la incertidumbre
Aunque las vidas de dos generaciones anteriores estaban sujetas únicamente a dos o tres cambios importantes a lo largo de toda su existencia, las de la siguiente ya sufrieron algunos cambios más y las generaciones actuales están viviendo cambios constantemente y con mucha rapidez. Esa circunstancia supone un reto desde el punto de vista educativo.
«Los actuales alumnos y los del futuro van a tener que asumir estos cambios aún con más rapidez. Por eso uno de los retos de la escuela es ser capaz de educar para la incertidumbre, es decir, no tanto para acumular conocimiento como para saber cómo resolver las situaciones nuevas e inciertas en las que se van a encontrar», afirma el director académico de la Cátedra UNESCO.
8- Fomentar el liderazgo del profesorado
Según Albert Sangrà, para acompañar a los estudiantes hacia esa futura sociedad sostenible, justa y equitativa harán falta líderes. Y por esa razón se necesita profesorado que tome la iniciativa, que tenga capacidad de respuesta y no se limite a transmitir un conocimiento sin más, sino que sea capaz de acompañar a los estudiantes en su propio crecimiento.
9- Incluir la educación no formal en la educación integral
Otro reto es reflexionar sobre cómo intervendrá la educación no formal o incluso informal en los procesos de aprendizaje y de qué forma podrá integrarse en la educación integral de las personas.
«Es una falacia pensar que lo que aprendes lo aprendes solo en la escuela. Aprendemos fuera de la escuela, fuera del instituto y fuera de la universidad, y ese aprendizaje habrá que integrarlo en una educación integral», explica Albert Sangrà.
10- Que prevalezca el aprendizaje sobre la evaluación
En opinión del profesor de la UOC, no es tan importante la forma de evaluar como cerciorarse de si se ha aprendido o no. Por eso es fundamental estructurar sistemas que permitan que las personas aprendan, «y después, en todo caso, ya nos preocuparemos del aspecto administrativo de la evaluación. Si nos centramos únicamente en la evaluación generaremos modelos administrativos para resolver problemas sociales, lo que es un error», afirma.
La educación personalizada cada vez tiene más adeptos entre los centros educativos de nuestro país y es fácil adivinar por qué. Se trata de un método de enseñanza novedoso en el que se tiene como máxima por parte de los docentes el recordar que cada niño es único, diferente y consta de personalidad y ritmos de aprendizaje propios.
Este enfoque educativo presta atención a cada alumno desde que es un niño hasta que está preparado para lanzarse a la enseñanza universitaria, y potencia sus habilidades individuales para desarrollarlas hasta su máxima capacidad. Aunque aún no sea un método extendido por todas las escuelas, las que ya han implantado esta metodología en su programa educativo demuestran unos resultados formidables, desde los primeros cursos hasta las calificaciones de los alumnos que finalizan el Bachillerato.
En esta sociedad cada día más globalizada (y todavía lo será más, cuando los niños de hoy sean los universitarios del mañana), es de vital importancia que los alumnos se incorporen a ella con una identidad y un potencial propios y se diferencien del resto.
Esto solo se consigue prestando atención desde el inicio de la educación, pues de nada sirve acribillar a un adolescente que está a punto de dar el paso a la universidad con cientos de ideas, consejos y recomendaciones que deberían haberse dado durante el transcurso de los años, a medida que crecen y aprenden en cada etapa educativa.
De esta manera, solo conseguiremos agobiar a los alumnos, que deben afrontar el paso a la universidad con tranquilidad y mucha seguridad.
No hablamos de segregación
Pero la educación personalizada no se basa en la segregación de los alumnos por nivel de estudios, sexo u otras características, ni centrarse en la individualización exclusiva del niño.
Se trata de conocer y atender adecuadamente a los alumnos desde todos los puntos de vista posibles, atender a la diversidad del niño teniendo en cuenta sus diferentes necesidades y respetar los ritmos de aprendizaje personal de cada uno. Además, los alumnos crecen en un entorno altamente afectivo en el que destacan la transmisión de valores como el esfuerzo, el respeto, la honestidad y la solidaridad.
Un gran error que se ha cometido durante los últimos años en la enseñanza de nuestro país es educar mediante la premisa de que cada alumno debe aspirar a las mismas metas y cumplir los mismos objetivos, sin tener en cuenta sus capacidades, deseos y potencial. ¿A qué nos referimos con esto? A que todo niño nace con un potencial de inteligencia que es preciso estimular y desarrollar, y ahí entra la educación personalizada, descubriendo a los grandes investigadores, artistas, docentes… desde bien pequeños.
Y no solo les ayudará durante su etapa escolar, también les facilitará la toma de decisiones de cara a elegir una carrera y a comenzar la etapa universitaria. Una metodología que enriquezca el proceso enseñanza-aprendizaje proporcionará al alumno las máximas posibilidades de desarrollo, que serán vitales de cara a su acceso a la universidad. ¿De qué manera?
La educación personalizada potencia que los alumnos trabajen en sus puntos débiles, y esto influye de manera positiva en su autoestima y seguridad. Al final, el alumno siente que “toma las riendas” de su aprendizaje, ya que se desarrolla desde joven en un programa educativo hecho prácticamente a medida.
El estudiante se conoce mucho más a sí mismo
De cara a la elección de una carrera, los estudiantes de la educación personalizada se conocen mucho más a sí mismos y saben identificar sus puntos fuertes y débiles de manera más detallada que un alumno de un currículo normal.
Por tanto, sin lugar a dudas, elegirán la carrera perfecta que más se adapte a ellos y a sus fortalezas. Y los resultados positivos no acaban ahí: Una vez adentrados en la etapa universitaria, de nuevo, demostrarán más capacidad de análisis, autocrítica y perseverancia, y se reflejará en sus calificaciones.
Todos estos valores son dotados por la enseñanza personalizada, y, en una etapa tan dura y que exige tanto como es la universitaria, los beneficios que ofrece la enseñanza personalizada no deben tomarse a la ligera.
Este conjunto de razones demuestran por qué la educación personalizada es una de las mejores opciones a tener en cuenta, tanto a corto como a largo plazo, aunque la decisión final siempre recae en las familias.
Por ello, los profesionales del sector insistimos en la importancia de hacer al alumno partícipe de este currículo desde su más temprana educación, pues es, sin lugar a dudas, la mejor forma de invertir en su futuro y desarrollar al máximo su potencial.
Por Esmeralda Velasco, psicopedagoga y coordinadora del Dpto. de Orientación del Colegio Europeo de Madrid.
Potenciar las competencias en detrimento de los conocimientos; apostar por un modelo híbrido, con un equilibrio entre la practicidad a la vez que el desarrollo cognitivo del grupo presencial o la deslocalización, esto es, donde el aula pierde identidad y se transforma en otros conceptos como la calle, el museo o la empresa.
Estas son algunas conclusiones del estudio “Strategic Trends: El futuro de la educación y el trabajo. Horizonte 2021-2030”, elaborado y liderado por la directora de la consultora Nethunting, Gema Requena y publicado por EAE Business School.
De él, también se desprende que entre las tendencias que van a marcar la educación y el trabajo en los próximos años está la actualización continua, es decir, cobra mucho valor la figura del mentor y los métodos modulares y apilables.
“La educación ha sufrido un proceso de desmaterialización y deslocalización acelerado y nace una dialéctica constante entre lo online y lo offline. En 2020, la educación ha sufrido más que cambios una aceleración, influido especialmente por todo el entorno digital que trabajaba el diseño de los modelos de futuro”, explica Gema Requena, colaboradora de EAE Business School y directora de la consultora Nethunting.
Desarrollo de una realidad phygital
En el estudio, se pone de relieve el desarrollo de una realidad phygital, utilizando aplicaciones que faciliten las experiencias virtuales en línea, asociándose con proveedores de tecnología para recrear ocasiones físicas y presenciales que se hacen en remoto y en el entorno hogar. El dispositivo móvil se erige como el punto o medio de acceso a la educación por encima del ordenador. “Con el aprendizaje móvil a la accesibilidad se le suma la movilidad”, señala Requena.
Otra de las tendencias es “el modelo Marketplace”, como ya lo hizo el sector retail, donde el negocio está tanto en el grupo de “propiedades” que distribuyo en muchas plataformas como la plataforma que acumula muchas “propiedades” compartidas.
Teletrabajo y oficina en remoto
El estudio apunta que ha cambiado nuestro estilo de vida, el entorno donde trabajamos y la forma de relacionarnos con otras personas (jefes, compañeros, colaboradores). Todos nos hacemos algo “nomads digitales”, los aprendizajes de estos ya son una ventaja competitiva y un punto de partida. Tenemos que adaptar nuestro entorno, el rediseño de las oficinas en casa o plantearnos teletrabajar desde otras ciudades (ciudades zoom).
La gestión del tiempo es uno de los puntos que genera “mayores problemas de salud mental” entre los trabajadores. En este sentido, el estudio señala la necesidad de adaptar nuestra gestión del tiempo, establecer nuevos modelos de relación con los otros y la necesidad de aprender a manejar las herramientas tecnológicas.
Uno de los retos de este nuevo modelo es rediseñar el desarrollo de habilidades para el liderazgo en remoto y el trabajo en remoto; formación de personal capaz de poder gestionar el bienestar de los trabajadores, el control de la productividad, que es una cuestión “compleja” al entrar en conflicto con la privacidad; la gestión en remoto, que requiere de aplicaciones, habilidades humanas y transparencia.
“La vigilancia mediante herramientas digitales crece en la calle, pero también en los entornos laborales, especialmente bajo este contexto de teletrabajo. Un aspecto peligroso aún sin regular que irá vinculado a los marcos éticos y legales que algunas tecnologías y sus desarrollos van a llevar a cabo en los próximos años”, explica Requena.
Las herramientas del cambio son las mismas personas y para ello es preciso el pensamiento crítico, análisis, destrezas en la autogestión, aprendizaje activo, resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad. “Invertir en mentalidad flexible a través de adquirir mucho conocimiento continuado y diverso, habilidades y espíritu crítico.
Humanidades digitales, el propósito y los emprendedores Zebra
El estudio apunta que el futuro profesional está en los perfiles mixtos en humanidades y tecnología. “Crece la visión más humanista que vehicula el desarrollo de las aplicaciones tecnológicas y la innovación del presente y futuro. Sociedad y legislación están demandando una respuesta a la deshumanización de la tecnología y requiere formar y/o complementar los perfiles con esas disciplinas para trabajar con las personas en el centro, no la tecnología, para ser más inclusivos y para sumar al desarrollo sostenible”, sostiene Requena.
Crecen el número de iniciativas educativas entorno al impacto positivo, social y medioambiental. En este sentido, se prevé un ascenso de “los profesionales del clima y desarrollo sostenible”.
Por otro lado, el COVID-19 ha dado la oportunidad a las empresas de reconstruir para mejor, desarrollar conexiones emocionales con sus consumidores y apoyar a la población más vulnerable, tal y como desvela el estudio. Los consumidores esperan que las marcas sigan actuando con un propósito más allá de la pandemia y que medidas de protección como la mayor flexibilidad en el lugar de trabajo, se conviertan en la nueva normalidad.
El gran salto ha sido tomar consciencia de que las empresas NO son personas, las empresas están compuestas por personas. Ahora se trata de poner en valor los valores y el propósito de estas. Por tanto, los líderes con propósito han de formarse desde lo personal, no desde lo estándar. En este contexto, “los emprendedores zebra” se erigen como una consecuencia, ya que “start ups con un propósito social”.
Pro-competencia y la miopía estratégica
Tomando como ejemplo la acción colaborativa de la vacuna, la trends hunter y catalizadora de información, Requena señala “la acción colaborativa y el trabajo por el bien común como una de las grandes tendencias”. “Se debe preparar a las personas para ser competitivas en un marco de trabajo colaborativo más profundo y no solo a nivel de pequeñas estructuras o startups, sino a nivel de grandes compañías. Aprendizajes y experiencia de trabajo en equipo multi e interdisciplinar son y serán una necesidad”, explica.
Por último, el estudio indica que “a la fe ciega en el dato se le ha sumado el aislamiento y trabajar encerrados, que para los profesionales es un gran riesgo en la toma de decisiones”. Para evitar la llamada “miopía estratégica” es importante centrarnos menos alrededor del data y / o utilizarla solo como una fuente más que necesita ser enriquecido”, detalla Requena. Sumando además otros perfiles y herramientas que están más vinculados a habilidades y capacidades humanas, como la iniciativa “Diálogos de Futuro”, una de estas herramientas cualitativas (creada por Nethunting) y con la que ha contado como parte metodológica para este último informe.
La Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) presenta una nueva edición de sus Becas Alumni, dirigidas a estudiantes sin recursos que comienzan un grado en la UC3M el próximo curso 2021/22. Los solicitantes de estas becas deben acreditar méritos académicos (se exige una nota media mínima de 8,5 en Bachillerato) y la ausencia de los recursos económicos necesarios para cambiar su lugar de residencia y poder estudiar en la UC3M. El plazo para solicitar beca concluye el 10 de junio.
El programa Becas Alumni UC3M, que cumplirá su décimo aniversario en el curso 2021/22, es una apuesta por el talento y un ejemplo de solidaridad, mediante el cual antiguos alumnos de la Universidad proporcionan a nuevos estudiantes la misma oportunidad de formarse en una universidad de referencia por su calidad educativa, empleabilidad y proyección internacional. En esta nueva edición se incrementa de 12 a 15 el número de ayudas.
Los beneficiarios de cada beca, dotada con 3.000 euros por curso académico, asumen un doble compromiso: por un lado, mantener un alto nivel académico, respondiendo con su esfuerzo a la generosidad de los que le han apoyado; por otro lado, colaborar en el futuro para que otros estudiantes disfruten de estas becas, aportando al programa, cuando su situación profesional lo permita, una cantidad igual a la mitad de la ayuda que recibieron.
En 10 años, 107 becas
Desde su inicio en el año 2012, el programa ha generado ayudas por un importe superior a 1,5 millones de euros y se han entregado 107 becas, a las que se sumarán 15 nuevas en el próximo curso gracias a las aportaciones de antiguos alumnos, profesores y personal de administración y servicios de la UC3M, particulares y entidades colaboradoras.
En este programa participan diversas personalidades, como Matías Rodríguez Inciarte, Enrique Díaz-Tejeiro, Alberto Grau, Rosa Montero y Lorenzo Silva, además de entidades y empresas amigas de la UC3M como: Academic Partnership, Acciona, ACM, Airbus Group, Alea Media, Altamira, Axa, Baker & McKenzie, Banco Popular, Casico, CESyA, Coca-Cola, Deloitte, Enagás, Ericsson, Fundación DAMM, Fundación Ebro, Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Gregorio Marañón, Fundación ONCE, Fundación Ramón Areces, Fundación Urrutia Elejalde, Fundación Vass, Inditex, Indra, Ineco, Interactiva, La Caixa, Mercedes-Benz, OHL, Olmata, OTIS, Philips, PWC, RoboticLabs y Volkswagen Audi-España.
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