Muchos alumnos han vivido este curso un cambio de etapa educativa. Algunos de ellos cambiarán también de compañeros y sabemos que los cambios a estas edades pueden ser complicados.
No obstante, es normal que las primeras semanas estén nerviosos y les cueste adaptarse, todos siguen un proceso de adaptación tras las vacaciones de verano y la vuelta a la rutina.
Los inicios de nuevas etapas educativas suponen que haya diferentes profesores, en algunos casos cambio de compañeros, nuevas asignaturas y una mayor dificultad en los conocimientos.
La empatía de la familia
Por ello, es importante que las familias sean empáticas con las emociones o sentimientos que puedan experimentar los niños ante el inicio del curso. Los profesores, por su parte, son conocedores de lo que puede suponer para los alumnos estos cambios y trabajan con ellos para que la transición sea lo más llevadera posible.
Además, en el caso de nuestro colegio, British School of Valencia (BSV) y el resto de colegios del grupo Cognita, contamos con la figura del Coordinador del Bienestar y Salvaguarda, cuya función es dar apoyo emocional y físico a los alumnos, acompañándolos y guiándolos en todo lo que sea necesario para afianzar y mejorar su bienestar.
También hay que tener en cuenta que estas transiciones coinciden con una evolución en su personalidad y desarrollo. Por ejemplo, en el paso de infantil a primaria, los niños empiezan a ser más autónomos en sus tareas diarias y comienzan a establecer los primeros lazos de amistad con sus compañeros.
A nivel académico, cambia también la metodología de trabajo, con un contenido más estructurado. Durante esta transición suele ocurrir que la familia y entorno de los niños le trasladan mensajes como que ya “son niños mayores”, lo que les puede terminar generando presión.
De Primaria a Secundaria
En el caso de la transición de Primaria a Secundaria, debemos tener en cuenta que coincide con un momento vital de gran trascendencia: la llegada de la adolescencia. Durante este periodo, las emociones se intensifican y los cambios pueden afrontarse desde la preocupación y el miedo. Sin duda, es un momento de grandes alteraciones en el que tanto familias como colegios debemos estar atentos a cómo los están afrontando, transmitiéndoles seguridad y apoyo si lo necesitan.
En este proceso también es importante que la comunicación entre las familias y los docentes para que juntos puedan hacer frente a cualquier tema que repercuta negativamente en el alumno.
De Secundaria a Bachillerato
El último cambio de etapa educativa corresponde el paso de Secundaria a Bachillerato. Nos encontramos con alumnos más maduros que deciden continuar con sus estudios para acceder a una formación superior.
En este caso, los grandes retos a los que se enfrentan los alumnos están más relacionados con el aspecto académico. Durante este periodo, los estudiantes conviven con una gran presión que les puede hacer sentirse vulnerables e inseguros y, en algunas ocasiones, incluso irascibles. Para ello, lo ideal es crear un entorno de confianza en el que los alumnos se sientan comprendidos y saber brindarles todo el apoyo y ayuda que necesiten, ya sea en el plano académico o en el ámbito más personal.
Los inicios de curso pueden ser un auténtico reto para muchos niños y adolescentes, El papel de las familias y de los docentes debe ser el de acompañarlos, detectar cualquier problemática que pueda surgir y establecer una comunicación entre ambas partes, en favor de los alumnos.
Autoría
Cristina Peña, Pedagoga de BSV, adjunta Protección del Menor y Bienestar de British School of Valencia (BSV)