Por Neil John Barnes, Director del British School of Valencia
La llegada de la COVID-19 nos obligó a reaccionar de manera rápida en todos los ámbitos y con especial urgencia en el entorno educativo. Los colegios nos vimos obligados a trabajar a contrarreloj para ofrecer a nuestros alumnos la posibilidad de seguir las clases desde casa, intentando al mismo tiempo adaptarnos a las circunstancias personales de cada uno de ellos. Así, rápidamente tuvimos que implementar un sistema de aprendizaje online en el que la tecnología adquirió un papel fundamental.
Con esta situación, si la tecnología ya estaba presente en muchos aspectos de nuestra vida, se ha implementado de manera acelerada en el ámbito educativo. Por este motivo, desde nuestro colegio en particular, British School of Valencia (BSV) y desde el grupo Cognita del que formamos parte, apostamos para que la tecnología sea utilizada como una herramienta más que fomente el aprendizaje de los alumnos, empleándose como un instrumento facilitador de la enseñanza. Desde este modo, en este curso 2020-2021 hemos implantado un nuevo programa para dotar a nuestros alumnos de un dispositivo digital tanto para su uso en el entorno escolar como en el hogar. Un proyecto con el que queremos promover la transformación digital en el aprendizaje.
La implementación de la tecnología en el ámbito escolar supone un reto tanto para alumnos y profesores como para las propias familias, que no siempre ven con buenos ojos esta alianza. Por ello, es muy importante que desde los colegios ayudemos a los padres a entender que la tecnología no viene a sustituir la labor del docente, sino que es una herramienta que se suma a mejorar la experiencia de aprendizaje de los alumnos. Una herramienta que cobra más valor en la situación actual en la que vivimos con la posibilidad permanente de volver a una enseñanza online.
La tecnología también es un aliado para los profesores quienes lo podrán aprovechar para ofrecer una experiencia educativa totalmente personalizada. No obstante, los docentes son, y deben seguir siendo, el recurso educativo más valioso del sistema educativo. Son los profesores los encargados de motivar a los alumnos, de transmitirles y reforzarles el contenido.
El coronavirus ha cambiado radicalmente nuestras vidas en muy poco tiempo. Hemos adquirido como hábitos acciones que hace unos meses nos parecían inconcebibles. Desde el punto de vista educativo, creemos que la pandemia ha acelerado la integración total de la tecnología en el sistema educativo convirtiéndose en una parte esencial de la formación de los alumnos como una metodología integradora que no excluyente, que sirve para enriquecer el sistema educativo actual.
Vivimos en mundo cada vez más digitalizado y desde BSV creemos que nuestro papel es dotar a los alumnos de las competencias para poder desenvolverse con total soltura en él.
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