‘Reabrir escuelas: por qué, cómo y para quién’

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COVID-19

El nuevo Policy Brief Reabrir escuelas: por qué, cómo y para quién’ del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol) propone una vuelta a las aulas minimizando los riesgos epidemiológicos y los costes sociales y educativos. La reapertura de las escuelas plantea una tensión entre los riesgos sanitarios y el coste educativo, social y económico de cerrarlas. Así, más de 20 países de la OCDE han vuelto ya a las aulas. “Para proteger el derecho a la educación, además de tratar de contener las brechas educativas, se hace necesario la reapertura parcial de los centros educativos», ha afirmado Toni Roldán, director de EsadeEcPol.

«Reabrir las escuelas: por qué, cómo y para quién»

“Para la organización de la reapertura proponemos que todos los centros educativos presten unos servicios mínimos esenciales y que, a partir de ahí, se den respuestas individualizadas y flexibles de atención presencial”. Quien esto afirma es Lucas Gortázar, especialista en políticas educativas y sociales del Banco Mundial y co-autor del informe. En este sentido, “será necesario un mayor compromiso de inversión que los 2.000 millones anunciados por el Gobierno”. 

Mínimo de presencialidad y priorización del alumnado

Entre las medidas que los autores plantean, destaca la definición de un mínimo universal de presencialidad. Este podría oscilar entre 4 y 6 horas al día para todos los alumnos. “Para garantizar este mínimo, será necesario contratar más personal docente”. También serán necesarios criterios claros sobre priorización del alumnado para refuerzo presencial extra.

La oferta educativa de la reapertura escolar, según el informe «Reabrir las escuelas: por qué, cómo y para quién» requerirá modelos individualizados y flexibles. Estos se adaptarán a la realidad de cada centro educativo. “nos parece conveniente proporcionar unas guías mínimas generales obligatorias, a nivel estatal o autonómico». Al mismo tiempo, estos expertos piden un margen suficiente para los centros.

Vuelta a las aulas de forma segura

“La premisa epidemiológica para el retorno a la actividad educativa debe ser la de minimizar la probabilidad de eventos de contagio comunitario” ha asegurado Jorge Galindo, director de economía política en EsadeEcPol y co-autor del documento. Para ello, “se deben establecer contactos prioritarios e inevitables entre adultos, atendiendo a la lógica de que el contagio más probable es entre ellos, más que entre niños”. Además, es fundamental “mantener condiciones que reduzcan ‘las tres C’: minimización de contactos cercanos en espacios cerrados y concurridos; definir grupos de contacto constante tanto dentro como fuera del aula, asociándolos con espacios igualmente estables; y escalonar horarios para reducir la densidad en el uso de espacios” ha destacado Galindo.

Además, con el objetivo de minimizar la probabilidad de que un contagio en la comunidad educativa ampliada se convierta en un brote, sería necesario que cada centro pusiera en marcha un sistema de alerta temprana con un protocolo sencillo para cualquier cuadro sintomatológico que pueda identificarse con COVID-19.

El confinamiento ha tenido un importante impacto en la igualdad de oportunidades, mermando asimismo las expectativas y percepción de las familias sobre cuáles son las ‘reglas del juego’ para el progreso educativo de los alumnos. En este sentido, los autores del documento han destacado que “la pérdida de aprendizaje que está suponiendo el cierre de escuelas tendrá consecuencias en la formación de la población joven y, por tanto, sobre la economía”.  “El acceso a la escuela es tanto un derecho social como una necesidad económica y, por tanto, debería garantizarse la universalidad en la medida de lo posible” ha concluido Toni Roldán, director de EsadeEcPol.

Image Credits: K. Mitch Hodge, Unsplash