• España destina un 15% más que la media de la OCDE en gasto público al año por cada alumno
En el año 2000, nuestro país tenía un porcentaje de población del 62%, que había alcanzado como máximo la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o niveles inferiores, por un 16% cuyo título más elevado era Bachillerato o FP de Grado Medio. El 22% restante había alcanzado estudios universitarios o de FP de Grado Superior. Esta distribución de la población española por niveles educativos difería con respecto a la de la OCDE y la UE21 en que nuestro país disponía de una mayor proporción de personas con estudios inferiores y una menor con estudios medios. En 2011 España tiene un 46% de la población entre 25 y 64 años con la educación obligatoria o menos, más de 20 puntos por encima de los países desarrollados.
Esos más de 20 puntos son los que faltan a nuestro país en el grueso de personas con Secundaria de segunda etapa (Bachillerato o FP de Grado Medio). En cuanto a la proporción de la población adulta con estudios terciarios, España se encontraba ya en niveles similares a los de la OCDE y la UE21 en 2000, incluso algo por encima, una situación que se mantiene en 2011. En definitiva, para que nuestro país converja a los niveles educativos de la población adulta de nuestro entorno, se necesitaría reducir significativamente el porcentaje de jóvenes que se incorpora a la población adulta (25-64 años) con sólo la titulación de la ESO o menos.