SOS última hora ‘Selectividad’

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El psicopedagogo y profesor de Psicología de la Universitat Abat Oliba CEU, Ramon Novella, recomienda aceptar los nervios, no recurrir a estimulantes y mantener rutinas o lo que es lo mismo: “mantener la situación normal durante la EvAU, sin provocar ningún cambio artificial”.

Los estudiantes que quieran acceder a los estudios universitarios se están enfrentando ya a la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU). La convocatoria extraordinaria está a la vuelta de la esquina y muchos aprovechan los últimos días para estudiar lo no aprendido durante el curso.

El nerviosismo y la ansiedad que produce la responsabilidad de superar estas pruebas pueden interferir en el rendimiento de los estudiantes. “El alumno debe asumir que estará nervioso frente a una prueba externa, diferente y en la que se juega mucho”, argumenta el psicopedagogo y profesor del grado de Psicología de la Universitat Abat Oliba CEURamon Novella.  Tras la aceptación, viene el control de los nervios que se logra “mediante la compañía de los compañeros y los profesores”. Es importante mantener un ritmo normal de vida, sin alteraciones en cuanto a horarios y comidas. “Es necesario descansar con normalidad, ya que, con cansancio acumulado, el alumno puede rendir menos”, recomienda. Por lo que cabe remarcar que el estudiante “debe mantener su situación normal, sin provocar ningún cambio artificial” mediante medicamentos que fomenten la memoria o ayuden a calmar los nervios. Ingerir esta clase de estimulantes puede causar “el efecto contrario”.

Cómo rebajar la tensión

Existen muchos mitos y opiniones alrededor de la idea de hacer un último repaso en los momentos previos al examen. Los expertos no coinciden en determinar si este hecho es beneficioso o perjudicial. Novella considera que es útil, “siempre es bueno compartir el temario de las asignaturas con los compañeros antes de un examen”.

Otro de los grandes miedos de los alumnos que se examinan es quedarse en blanco. “Puede pasar, un alumno nunca puede perder el tiempo porque es limitado”, explica. Si se quedan en blanco, deben “pasar a otra pregunta y contestar lo que más dominen para dar ritmo al examen y relajarse. Ya vendrá eso que estaba en blanco”.

El momento de máxima tensión suele ser la entrada al primer examen pero también, “al finalizar el examen y cuando los alumnos comentan las respuestas que han dado en la prueba”.  La tensión también incrementa hasta sus niveles más altos con “la angustia que produce la limitación de tiempo”. Existen métodos y consejos que permiten rebajar esta tensión. Según el psicólogo Novella, en estos momentos de tensión debemos estar acompañados. “Los profesores acompañantes de las escuelas hacen una tarea muy buena, estando al lado de sus alumnos y dando tranquilidad frente las pruebas y animando a los alumnos”.