Silvia Avram, de la Universidad de Essex; y Olga Cantó, de la Universidad de Alcalá y la Red Equalitas son las autoras de un artículo publicado por el Observatorio Social de La Caixa que responde que sí, que si una familia está bien situada socialmente, sus hijos tienen mayores y mejores oportunidades de encontrar un buen empleo; independientemente de la formación que hayan recibido.
Este dato está apoyado por los resultados de otros muchos estudios que las autoras han analizado, realizados para países anglosajones y escandinavos, que indican “que tener un buen origen familiar aumenta las posibilidades de alcanzar un buen nivel de estudios y también de conseguir una mejor situación laboral, cualquiera que sea el nivel de formación alcanzado”.
Pese a que las diferencias afectan a todos los países, en algunos es más palpable: “En España e Italia las diferencias de calidad del empleo debidas al origen social son mayores que en otros países. Es decir, si tenemos dos personas con la misma formación, pero descendientes de familias de distinta posición en la escala social, en estos dos países tendrá más posibilidades de encontrar un buen empleo la que pertenezca a una familia mejor posicionada socialmente. En España, el origen social alto es particularmente relevante para evitar empleos más inseguros y peor pagados. Por último, un dato para la esperanza: el impacto del origen familiar en las oportunidades laborales no parece haber cambiado durante la recesión ni ser distinto para individuos de distintas edades”, explican las autoras.