La Liga Española de la Educación publica en su libro “Aproximación al estado de la interculturalidad” un listado donde analiza los cambios que ha de llevar a cabo toda institución educativa para adaptarse al siglo XXI en materia de inclusión. La presencia de un número significativo de alumnos extranjeros en las aulas, la consolidación del Estado de las autonomías, la consideración de la educación como un derecho inalienable, como un pilar básico del Estado del bienestar y la apuesta por una educación inclusiva, integradora y comprensiva, han contribuido a tomar conciencia plena de la pluralidad y la diversidad de la sociedad española y a la decisión de gestionarla adecuadamente y en positivo, y de preparar al alumnado para aprender a vivir y a convivir pacíficamente en esta sociedad plural.
La interculturalidad se presenta en este marco como una finalidad y un instrumento: un planteamiento pluralista sobre las relaciones humanas en un Estado democrático y abierto a la diversidad cultural y, a la vez, un camino eficaz para construir y consolidar esta democracia plural y participativa. También en el ámbito educativo la interculturalidad se ha convertido en un estímulo que pone el acento en las funciones sociales de la educación y en la primacía de lo relacional, y en un instrumento para lograr una educación de calidad y equitativa para todos.
La creación de una Red de Centros Interculturales tiene como objetivo impulsar este proceso de renovación y adaptación escolar inherente al concepto de educación intercultural. Para facilitar y promover el diseño y la realización de propuestas y programas interculturales, la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular plantea un conjunto de propuestas que podrían orientar y dar sentido a los centros educativos que decidan caminar por esta senda.
Para la redacción de estas propuestas se han tenido en cuenta tres principios básicos: la importancia de la ciudadanía por encima de otras consideraciones socioculturales, el sentido de globalidad y transversalidad de la educación intercultural y por ende de la atención a la diversidad y la interrelación entre todas las actuaciones y los actores y las actrices de la comunidad educativa. La educación intercultural puede ser una potente herramienta de dinamización y renovación educativa. Es también una maravillosa excusa para encontrarnos y acercarnos a nosotros mismos y a los otros y para reconocernos como ciudadanos libres.
Propuestas
- La dirección del centro educativo asume como tarea propia la interculturalización del centro y trabaja para implicar en dicha tarea al conjunto de la comunidad educativa.
- El profesorado incluye a la educación intercultural en su plan de formación permanente plurianual en todas sus dimensiones.
- Toda cultura se verá respetada y reconocida, de forma que la comunidad educativa pueda percibirla con toda su dignidad y como un factor enriquecedor.
- La organización y los dispositivos específicos con que cuenta el centro (aulas de acogida o similares, unidades de educación especial o de compensación, grupos de diversidad, etc.) se ponen al servicio del aprendizaje del alumnado desde una óptica lo más inclusiva posible.
- El centro promueve la relación, la correspondencia, el intercambio, por todos los medios disponibles, de todos los miembros de la comunidad educativa con centros y personas de otros entornos, regiones y países.
- La educación en valores y actitudes no se da por supuesta, sino que se planifica concienzudamente y se evalúan sus procesos y sus resultados. En el Plan de Convivencia (PC) del centro se dedica una atención específica a la educación basada en los Derechos Humanos.
- Las relaciones entre todos los miembros de la comunidad educativa se basan en el reconocimiento, el respeto y el dialogo y proscriben cualquier forma de humillación y de supremacía. Las relaciones interpersonales merecen un cuidado escrupuloso porque a través de ellas se conforman percepciones, identidades y roles.
- En la Programación General Anual de centro (PGA) se contemplan algunos ejes estratégicos transversales de obligado tratamiento y seguimiento en las distintas áreas del currículo. Entre estos ejes un lugar destacado deben ocuparlo la educación para la ciudadanía democrática y la interculturalidad.
- El centro propicia la participación democrática de todos sus miembros. Todos los agentes educativos se sienten escuchados y responsables de la marcha del centro.
- El centro toma medidas para que las características sociales, culturales y económicas de todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa no impidan su participación en todas las actividades programadas desde el propio centro, tanto las curriculares como las complementarias y extraescolares.
- La interculturalización del currículo no pasa por añadir más contenidos a los programas. La atención a la diversidad se incorpora mediante las aportaciones, conocimientos y experiencias vitales del alumnado y resto de comunidad.
- El aprendizaje de la lengua o lenguas vehiculares de aprendizaje pasa a ser responsabilidad directa de todo el profesorado (no solo del profesorado de lengua) e indirecta de la comunidad educativa.
- Se prevé un programa específico y riguroso de enseñanza de la lengua de instrucción para todas aquellas personas de la comunidad cuya lengua materna sea diferente a dicha lengua. El aprendizaje de la lengua debe ir más allá de la competencia comunicativa general y orientarse especialmente a la adquisición de una competencia comunicativa que le permita acceder con éxito a todo el currículo escolar y participar activamente en el mismo. Este sistema se mantendrá, con diferentes modalidades, a lo largo de todo el proceso de escolarización.
- En todas las áreas se tiene muy presente la necesidad de ofrecer una perspectiva global que eluda el etnocentrismo.
- El centro cuenta con un Plan de Acogida relativo para todo el alumnado, profesorado, personal de administración y servicios y familias que pasen a formar parte de la comunidad educativa. Dentro de este Plan, se encuentra un protocolo sistematizado disposición de todos los miembros.
- La acción tutorial, entendida como un concepto transversal en la formación del alumnado, debe ser un eje fundamental a lo largo de su itinerario educativo y el núcleo de la acción docente. Esta no se considera una tarea añadida y concerniente a los y las tutores y tutoras de los distintos grupos clase, sino una tarea implícita a todos los agentes de la comunidad educativa