María es doctora. Concretamente, oncóloga en un hospital del País Vasco. Estudió Medicina y después aprobó el MIR para poder especializarse en lo que quería. Tuvo suerte y hoy trabaja en el centro hospitalario que había elegido. Solo tiene 27 años. Pero asegura que la Medicina no va tan bien como muchas personas piensan, por eso ha decidido dar esta entrevista a Entre Estudiantes. En España, nos cuenta, hay muy buen nivel de doctores y especialistas, pero el sector no pasa por su mejor momento. Los recortes están haciendo mella, ya no solo en los salarios y los recursos, sino en el desgaste de los profesionales. «Hace falta más unión y reivindicar una sanidad pública de calidad», concluye.
¿Por qué te decantaste por estudiar Medicina?
Siempre me ha gustado mucho la biología y todo lo relacionado con el funcionamiento del cuerpo humano. Además, lo poquísimo que se estudiaba en el instituto sobre enfermedades despertaba mucho interés en mí. Y siempre me ha gustado la idea de trabajar en algo que sirviera para ayudar a otras personas.
Antes de entrar a la facultad, ¿sabías a lo que te ibas a enfrentar? Es una de las carreras más largas y a la vez más difíciles del sistema universitario español
No tenía ni idea de qué iba todo esto, sinceramente. Llegas allí y no sabes absolutamente nada, ni hacer un examen tipo test. Sabía que era larga, pero no tanto como lo es en realidad, aunque tenía claro que estudiar algo que no me gustase era realmente absurdo.
¿Qué es lo que más complicado te resultó a la hora de estudiar Medicina?
Creo que lo más difícil fue asumir que nunca te daba tiempo a saberlo todo bien, a que era imposible controlarlo todo de cara a un examen como pasa en el instituto. Y aprender a manejarte con esa incertidumbre fue complicado.
Aun así, es una de las carreras con mayor empleabilidad en España, ¿te ha resultado difícil encontrar empleo? ¿Cómo está la situación en los hospitales?
Llevo casi dos años trabajando, pero creo que las cosas no están tan bien como piensa la gente. Sinceramente, es cierto que si lo comparas con el resto de carreras universitarias tiene buenas salidas. Eso sí, no podemos olvidar que después de seis años de carrera tienes que hacer una “oposición” a nivel nacional (MIR) para conseguir un puesto de residente y poder formarte en una especialidad concreta. Pero la medicina no está bien. Ni mucho menos. Yo trabajo todos los días más horas de las que se me pagan, además hago cinco guardias mensuales, en teoría de 17 o 24 horas, pero la mayoría de veces trabajo 32 horas y las restantes no se cobran. Esto supone un cansancio físico y mental impresionante. Además, perdemos relaciones sociales y familiares, así como calidad de vida. Es muy difícil poder llevarlo adelante. Además, quitando esa parte por la que no te pagan, pero debes hacer, hay que tener en cuenta que a los residentes también se nos pide que nos formemos en investigación -algo que está fatal en nuestro país- y eso supone muchas horas de esfuerzo que tampoco te pagan y que debes sacar de tu poquísimo tiempo libre. Aun así, esto depende de la especialidad que hagas.
¿Qué aconsejas a los jóvenes que estudian Medicina o que piensan estudiarla próximamente?
No soy quien para aconsejar, pero les diría que es prioritario que estudien lo que les gusta. Obviamente, en cualquier trabajo van a tener días buenos y días malos, pero si de verdad te gusta lo que haces, merece la pena. La medicina es muy vocacional, hay gente que decide estudiar esta carrera para ganar más dinero y vivir mejor, pero es un error, sobre todo en ciertas especialidades. Así que mi único consejo es que estudien lo que les gusta y que si se dan cuenta de que están estudiando algo que no les llena, que no tengan miedo ni reparo en estudiar otra cosa.