¿Alguna vez nos hemos parado a pensar qué habilidades deben tener los docentes? Con motivo del Día Mundial del Docente que se celebró el pasado miércoles, 5 de octubre, IMF Smart Education, de la mano de Teresa Vila Pedraza, Directora del Área Académica de Recursos Humanos, ha querido poner en valor la profesionalidad y gran labor de los profesores, destacando las habilidades que todo “buen docente” debería tener.
La función que los profesores desempeñan implica una gran responsabilidad. A todos los niveles, esta profesión supone la formación de los profesionales del futuro, aquellas personas que liderarán el cambio y que sus decisiones podrían cambiar el mundo. Por este motivo, existen varias habilidades y requisitos que IMF Smart Education busca que todo su profesorado reúna en todos los programas formativos tanto en modalidad presencial como online.
Aprendizaje continuo y humildad
Uno de los aspectos que todo profesor debe tener es el aprendizaje continuo. Con la rápida evolución de todos los sectores, el docente no puede dejar de aprender. Los profesores de hoy deben conocer su materia a la perfección, además de tener en el punto de mira nuevas formas pedagógicas que puedan ir surgiendo, como novedades del entorno digital o las tendencias de innovación en diferentes sectores; en definitiva, el docente debe ser un curioso dispuesto a aprender de todo el ecosistema que le rodea.
Otro factor imprescindible para los profesores es la humildad, para reconocer cuando es necesario refrescar conocimientos, poner en valor el conocimiento de otros, y así aumentar la maestría de uno mismo en la materia en la que se está enseñando.
Escucha, empatía y creatividad
Escuchar con los cinco sentidos las necesidades de sus alumnos es esencial para su desarrollo académico y futuro profesional. El temario establecido es una guía, pero el propósito final es la buena formación de los estudiantes y la retención de información sobre la materia, para que puedan ponerla en práctica durante su carrera laboral.
Por otro lado, el profesor debe entender la realidad del alumno, sus circunstancias y legitimar sus emociones para garantizar su progreso.
Asimismo, la creatividad a la hora de impartir una asignatura es clave. Para enseñar de forma efectiva, es necesario crear una experiencia de aprendizaje memorable y útil, donde los estudiantes disfruten de cada minuto de la clase, encuentren la materia interesante y retengan los conocimientos impartidos.
Flexibilidad, perseverancia y humor
Los docentes deben ajustarse a las circunstancias y adaptarse sobre la marcha, adaptando aquellos temarios que pueden ser rígidos y poco efectivos. Es necesario que el profesorado incluya en el aula experiencias actuales que sean familiares para el alumno, usando eventos cotidianos y analizándolos en clase para poner en práctica lo aprendido.
No perder de vista el propósito de la experiencia de aprendizaje y entender que cada alumno o incluso cada curso tendrá un ritmo; ser constante en el proceso individual de cada grupo, será clave para el alumnado. El docente debe mantenerse firme y no dejar de confiar en sus alumnos.
El humor es una de las herramientas más útiles del profesor. Hacer la experiencia divertida y cercana para el alumnos y entender que el humor es un canal de conexión con los otros, atrae, gusta, y facilita el proceso de aprendizaje.
Foco en el alumno
Es imperativo que los docentes sean capaces de garantizar el aprendizaje del alumno y por tanto tener una cercanía con éste, para validar si efectivamente ha incorporado los conocimientos más allá del resultado de un examen. El alumno debe ser el centro de la asignatura.
Amor por su profesión
La educación es una profesión vocacional. Al igual que un médico, la persona que decida dedicarse a ello, tiene que sentir pasión por esta profesión y querer dar todo por y para sus alumnos. Un buen docente, se siente orgulloso de poder traspasar su conocimiento a sus alumnos, y de verdad siente que su trabajo puede moldear las mentes del mañana.
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