Cuando los estudiantes empiezan sus dos últimos años de etapa escolar, todo comienza a girar en torno a la Universidad. La presión por las pruebas de acceso a la universidad y la incertidumbre por su futuro hace que sean meses complicados para los jóvenes.
Estos dos últimos cursos no son solo una transición hacia la universidad, son el fin de una etapa vital para los alumnos y el primer paso hacia la vida adulta. Es por ello por lo que colegios y familia debemos trabajar en sintonía para ofrecerles las herramientas necesarias que les permitan gestionar este proceso.
Este acompañamiento no se limita únicamente a garantizar una buena orientación universitaria. El paso del colegio a la Universidad también tiene relación con la transición de la adolescencia hacia la madurez. Es en la etapa universitaria cuando muchos de ellos tienen que hacer frente a situaciones que nunca habían vivido en solitario.
Por ejemplo, vivir en una nueva ciudad, la convivencia con personas desconocidas o la gestión económica de su día a día. Muchos de ellos, además, tendrán sus primeros trabajos con la responsabilidad que esto conlleva.
De este modo, la preparación no se debe limitar únicamente a ayudarles a elegir qué carrera estudiarán. Debemos formar y preparar a los alumnos para que sean autónomos, independientes y, sobre todo, responsables. En este sentido, es importante que sean capaces de sobreponerse ante situaciones desconocidas y, sobre todo, sean capaces de tolerar el fracaso.
La pandemia y la salud mental
Es innegable que la sociedad evoluciona y cambia a un ritmo vertiginoso. Además, en los últimos años hemos vivido una serie de circunstancias que han afectado en especial a los más jóvenes. De hecho, diversos organismos como la Fundación ANAR, la cual se encarga de apoyar a niños y adolescentes, han señalado que la pandemia les ha afectado negativamente, multiplicando los problemas de salud mental en estas franjas de edad.
Debido a esto, podemos asegurar que la adolescencia es una etapa crucial para su desarrollo ya que todo lo que sucede en este periodo puede terminar marcando los principales rasgos de su carácter y personalidad. Esta es una etapa clave en su experiencia vital.
Cada generación tiene sus propias inquietudes y los jóvenes de hoy en día viven en una sociedad completamente diferente a la que había hace 20 años. En niveles generales, las prioridades de los jóvenes han cambiado y la aparición de nuevas profesiones en las que, a priori, no es necesaria una formación académica superior hace que muchos se planteen dejar de estudiar.
Sus modelos a seguir son ahora personas muy jóvenes tienen prácticamente todo al alcance de su mano gracias al contenido que comparten en internet, los conocidos influencers.
Por este motivo, es muy importante transmitirles cuál es la realidad que hay detrás de estas profesiones y lo complicado que es llegar a ese nivel de notoriedad.
Los estudios superiores han dejado de ser un objetivo para muchos adolescentes. Por tanto, familias, centros escolares y orientadores debemos trabajar para que le otorguen a la formación académica el valor que tiene para su desarrollo, ya no solo profesional, también personal.
Autoría
Neil John Barnes,
director del colegio British School of Valencia
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