Los colegios desempeñan un papel crucial a lo largo de las diferentes etapas de aprendizaje del alumnado. Se conforman como una de las instituciones sociales que mayor impacto tienen sobre el desarrollo cognitivo, afectivo, social y sensorial de las personas. Este espacio es, probablemente, el lugar en el que alumnos y docentes pasan la mayor parte de su día; no debe por tanto pasar desapercibido.
Los ambientes del aula y del centro escolar se constituyen como uno de los elementos más importantes de la actividad educativa dentro de la escuela. El contexto de aprendizaje determina el desarrollo de las diferentes habilidades y capacidades de los seres humanos; se establece como uno de los medios didácticos que mayor influencia ejerce en la construcción de conocimientos.
Los expertos apuntan que el diseño de estos espacios escolares permite mejorar el rendimiento, la creatividad y la autonomía de los alumnos. Por ello, equipos directivos y docentes han de centrar todos sus esfuerzos en estructurar y organizar estos lugares adecuadamente.
Por suerte, hoy en día, cada vez son más los centros escolares que apuestan al máximo por adaptar sus espacios, de manera acogedora y agradable, a las necesidades de los estudiantes. Se consiguen así lugares perfectos e innovadores para el desarrollo del aprendizaje, concentración y creatividad de sus alumnos. Se mantienen siempre así a la vanguardia en el sector educativo.
La importancia del espacio y el mobiliario
La luz natural, los colores cálidos, el orden, la diversidad de mobiliario o la conexión de las aulas son algunas de las piezas claves que se tienen en cuenta a la hora de transformar estos espacios escolares. Estos nuevos lugares ayudan a alumnos y docentes a sentirse cómodos, seguros, confortables e inspirados. Se convierten entonces en una estructura de oportunidades para la creación, la investigación, la observación y la responsabilidad. A través de la creación de estos espacios de aprendizaje compartidos, el alumnado incrementa, además, sus posibilidades de ampliación de conocimiento al tener la posibilidad de trabajar con todos los compañeros de su misma edad e incluso de diferentes edades.
Otro de los elementos fundamentales y que destaca entre los colegios más vanguardistas a la hora de mejorar los espacios escolares es el diseño de aulas con un espacio exterior propio ya que proporciona al alumnado una experiencia educativa única y adaptada a las necesidades de aprendizaje. Mediante estos espacios al aire libre, los niños y las niñas tendrán la oportunidad de experimentar con diferentes elementos naturales, observar los cambios en función de las diferentes estaciones climáticas y crear un vínculo especial con la naturaleza.
Mejora el rendimiento
Numerosos son los estudios que avalan que la apertura al exterior de estos espacios escolares desempeña un papel fundamental en la mejora del rendimiento académico; además, incrementa su autonomía y responsabilidad. Asimismo, estos lugares al aire libre se han vuelto vitales en el fomento del desarrollo de las habilidades creativas, de organización y de toma de decisiones, de comunicación y de autogestión de los niños y las niñas. Por estos motivos, es crucial promover un aprendizaje al aire libre en el que se trabajen las competencias cognitivas, físicas y emocionales.
Sin lugar a dudas, el espacio educativo condiciona el aprendizaje y el desarrollo de las personas. Por tanto, resulta esencial que los centros escolares adapten sus instalaciones a las necesidades de su alumnado y les brinden la oportunidad de aprender tanto en espacios interiores como exteriores. Cuantas más posibilidades se ofrezcan a los estudiantes, mayores oportunidades de aprendizaje y éxito tendrán. Como dijo Loris Malaguzzi, fundador de la filosofía educacional Reggio Emilia, “El espacio es el tercer maestro”.
Autor:
Goyo Marchante,
Director Técnico de Educación Infantil del Colegio Mirasur
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