La notable bajada de la incidencia de COVID-19 en nuestro país ha llevado a la puesta en marcha de una de las medidas de desescalada más esperadas por muchos: la eliminación del uso de mascarillas en espacios cerrados, incluidas las aulas.
A lo largo de los más de dos años de pandemia en los que las mascarillas han sido obligatorias en las aulas. Y educadores, logopedas y pediatras han afirmado la gran repercusión negativa que han tenido en el aprendizaje y desarrollo cognitivo, emocional y social de los menores. No obstante, tal y como nos cuentan desde Mirasur School, el fin del uso de las mascarillas en interiores, y, por ende, en las aulas, supone grandes beneficios para los alumnos y docentes de los centros educativos. Entre estos efectivos positivos se encuentran:
1. Correcto desarrollo del lenguaje
Una de las grandes preocupaciones del uso de la mascarilla en las aulas a lo largo de este tiempo ha sido el freno que han supuesto para el desarrollo del lenguaje de los niños. Los menores adquieren el lenguaje por imitación, cuando están aprendiendo los diferentes sonidos, además de prestar atención al sonido que se emite necesitan también conocer de qué manera se articula fonéticamente cada letra, por lo que es crucial que puedan observar la cara de los profesores.
El fin del uso de la mascarilla va a ser muy beneficioso para todos los menores y, en especial para aquellos con dificultades auditivas o algún tipo de discapacidad, ya que van a poder reconocer de manera más ágil y eficaz las distintas palabras pronunciadas por los docentes, ayudando así a su desarrollo cognitivo.
2. Vuelven las emociones perdidas
La comunicación no verbal es la forma de comunicación más primaria de los seres humanos. Desde los primeros años de vida, los niños observan las caras de las personas que les rodean para distinguir entre emociones y aprender a ajustar su comportamiento en consecuencia.
Sentimientos como la alegría, el miedo, la sorpresa o el enfado habían quedado escondidas tras una mascarilla. Sin embargo, tras la eliminación de esta barrera alumnos y docentes podrán volver a utilizar este tipo de comunicación para expresarse.
3. Fomento de los lazos de interacción social
Una de las grandes consecuencias durante estos dos últimos dos años ha sido la falta de socialización de los más pequeños. Medidas como los grupos burbuja, la distancia entre mesas o la utilización de mascarillas han repercutido gravemente en la interacción entre los menores. Tras esta supresión alumnos y docentes podrán volver a compartir momentos muy divertidos que la mascarilla frenaba.
4. Disminución de los trastornos ansiosos
El uso de las mascarillas ha provocado numerosos efectos negativos en los menores, entre los que se encuentran la ansiedad. La sensación de ahogamiento ha sido uno de los motivos que mayores sentimientos de frustración ha causado en los menores, sobre todo en aquellos con problemas respiratorios, de asma o alérgicos. No obstante, con la eliminación de la obligatoriedad de su uso menores y docentes van a poder respirar de manera libre, mejorando su sensación.
Tal y como hemos podido ver, esta vuelta paulatina a la normalidad aporta grandes beneficios para alumnos. Además, facilita su desarrollo cognitivo, social y emocional. A su vez, los docentes pueden enseñar de manera más sencilla.
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