El actual mundo globalizado en el que vivimos es resultado directo de un largo proceso histórico de integración mundial en distintas escalas. A consecuencia de esta constante interconectividad entre individuos de distintas partes del planeta, nos enfrentamos a diversos retos de adaptación, como a la tecnología o a la capacidad de comunicarnos, entre otros.
En este sentido, hoy en día, disponer de un buen dominio de idiomas es importante para desenvolverse en un ambiente cada vez más multicultural. Por ello, a su vez, uno de los principales desafíos de los centros educativos y de la enseñanza del siglo XXI son los idiomas. Sin duda, proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para que estos puedan adaptarse al mundo actual es indispensable.
Por este motivo, cada vez son más los padres que apuestan por un colegio internacional para sus hijos. Lo hacen conscientes de la gran importancia que tienen los idiomas en su futuro y en su desarrollo académico, profesional y cognitivo. Sin embargo, la educación internacional va mucho más allá del simple aprendizaje de lenguas.
Normalmente, estos centros tienen un modelo educativo cuyo objetivo es la formación de niños y niñas con capacidades y habilidades claves para su progreso académico y profesional y para su bienestar personal, físico y emocional. Es decir, se les facilita una enseñanza holística y personalizada. Una enseñanza que cubra todas sus necesidades de aprendizaje; que forma a personas proactivas, independientes, creativas, multiculturales y, por supuesto, bilingües.
Algunos de los beneficios que un colegio internacional proporciona y hace que los padres se decanten por ellos son los siguientes:
1. Aprendizaje bilingüe y, en algunos casos, multilingüe
Como veníamos adelantando, una de las principales características de un colegio internacional es la enseñanza de diferentes idiomas a sus alumnos a lo largo de la escolarización. Gracias a este aprendizaje los estudiantes incrementan sus habilidades comunicativas, fomentan el desarrollo de sus capacidades cognitivas y aumentan sus competencias lingüísticas.
Asimismo, tal y como mencionábamos con anterioridad, el mundo en el que vivimos está interconectado y el conocimiento de diversas lenguas supone una enorme ventaja.
2. Mente abierta
En este tipo de centros, entre otras de las claves, suele imperar el aprendizaje open mind, donde la tolerancia y la libertad son dos de los pilares más importantes, muy focalizado en la preparación hacia futuro de sus alumnos. Este método de enseñanza, además, aporta a los alumnos una mayor adaptabilidad, autonomía e independencia.
3. Desarrollo en un ambiente multicultural
Parte del profesorado que forma parte de estos centros y en muchas ocasiones, también el alumnado, suelen proceder de distintos países, lo que es muy enriquecedor para todos. Permite conocer nuevas culturas y maneras de vivir de diferentes partes del mundo.
Gracias a este ambiente basado en la tolerancia y en el conocimiento de nuevas formas de pensar y maneras de vivir de diferentes partes del mundo, los alumnos fomentan su pensamiento crítico y les ayuda a encontrar rápidamente solución a los problemas que puedan surgir a lo largo de su vida.
4. Mayores oportunidades académicas y laborales
La sociedad actual no solo requiere conocimiento, sino también habilidades de adaptación y entendimiento de la diversidad, el respeto y la cooperación, entre otras. Estas son precisamente algunas de las claves de la enseñanza en centros de educación internacional. Esto, sumado a los idiomas y a la reconocida excelencia académica de estos centros por parte de prestigiosas universidades a nivel mundial, hace que los alumnos dispongan de grandes oportunidades académicas y profesionales.
5. Mayor capacidad de adaptación y confianza en uno mismo:
Los alumnos de un colegio internacional suelen finalizar sus estudios con un desarrollo académico y emocional muy alto. Pues, esta educación hace hincapié en el entorno, preparándolo para fomentar la independencia y el desarrollo de la capacidad de toma de decisiones de los niños, clave para su futuro.
En este sentido, por otro lado, también es importante considerar que no toda la tarea reside en los centros educativos, pues también es esencial que los padres brinden un importante grado de confianza sobre sus hijos, para fomentar su independencia. Esto no quiere decir dejarles solos o no enseñarles, sino, como educadores, facilitarles un ambiente a través del cual puedan hacer las cosas aprendiendo hasta conseguirlas, sin frustraciones.
Así mismo, es clave que desde casa también se intente potenciar el resto de las habilidades que hacen que podamos educar a niños con la capacidad de adaptarse y desenvolverse en este actual mundo en constante movimiento.
Autora:
- Sarah Ebery, Directora de TEMS, The English Montessori School