La Formación Profesional gana cada vez más presencia en el sector educativo. Esta misma semana, un estudio de Adecco demostraba que un 42,3% de las ofertas de trabajo requiere de un título de FP, superando por primera vez a aquellas que demandaban título universitario (38,5%). Para profundizar un poco en este tema hablamos con Juanjo Amorín, CEO y fundador de la escuela de negocios EDIX.
—¿Cuáles son las FP que, actualmente, demandan más empleo?
—Sin duda, todas aquellas relacionadas con la tecnología. Básicamente son Desarrollo de Aplicaciones Web y Móvil (DAW), Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM) y Administración de Sistemas Informáticos en Red (ASIR). Y si ya están maridadas con ciberseguridad, Inteligencia Artificial o Big Data, mucho mejor.
—¿En qué consiste la FP enfocada a la ciberseguridad?
—Hasta ahora, en todas las compañías -especialmente las pymes- se necesitaba una figura relacionada con administración de sistemas en red, ASIR. Este perfil se encargaba de mantener viva la red interna de la empresa, los sistemas informáticos, incluso el mantenimiento del Hardware, ordenadores de los empleados, servidores, etc.
Pero desde hace unos años, se ha detectado una altísima demanda para tener controlados los sistemas de tu empresa, con unos mínimos requisitos de protección y seguridad, tanto física como digital. La mayoría de las pymes no tiene capacidad económica para poder tener a un administrador de sistemas, además de a otra empresa de seguridad.
Lo que hemos visto es que los ASIR pueden tener un perfil de ciberseguridad, y con un mismo recurso, pueden proporcionarle a las empresas ese servicio.
—¿Qué salidas profesionales proporciona cursar una FP?
—Las salidas de la FP son especialmente interesantes en nuestro país, pues son todas aquellas directamente relacionadas con el tejido empresarial más grande de España, que es el de la PYME.
¿Por qué? Porque sus necesidades y sus capacidades económicas de contratación están más cerca de perfiles técnicos que de ingenieros. Recordemos que la OCDE recoge la existencia de 2,63 millones de empresas en España, de las que el 94,4% son micropymes, de menos de 10 trabajadores, el 5,5% son pymes de entre 10 y 249 empleados, y solo el 0,1% de las compañías, algo más de tres millares, son grandes compañías.
—¿Qué perfiles de estudiantes son los que demandan más una FP?
—Los alumnos que eligen la FP son aquellos que están más enfocados en obtener un trabajo de manera más rápida, mientras que, quienes eligen la formación universitaria, tienen una proyección laboral más largoplacista.
Dicho de otra manera: el alumno de la FP es el que quiere trabajar pronto y, a lo mejor, desarrollar su perfil académico de manera más extensa después, ya compatibilizando con un puesto de trabajo.
—¿Cuáles son los retos que tiene la FP en 2021?
—La FP actual está muy alejada de las necesidades de los empresarios de hoy y el gran reto de 2021 es avanzar en ese camino, crear planes que sean capaces de satisfacer esas necesidades del mercado laboral.
Por nuestra parte, en Edix ya estamos adelantándose a esos planes que los empresarios piden. Hacemos modificaciones, hasta donde nos permiten los programas oficiales, y añadimos bootcamps, laboratorios y otro tipo de actividades extraescolares, que potencian que los alumnos salgan con esas competencias anheladas por el mercado laboral.
Así, nuestros alumnos son productivos desde el minuto uno: llevan bases teóricas sólidas y un plan de formación práctico que hace que sus perfil sean rentables. Una orientación con unos resultados que se traducen en buenas noticias para todos.
—A nivel económico, ¿sale más rentable estudiar una FP que una carrera universitaria?
—Depende de varios factores en ambos casos, especialmente de si se escoge un sistema público, donde puede llegar a ser a coste cero, o si se elige un centro privado. Pero en términos generales, podemos afirmar que estudiar una FP es hasta un 50% más barato que un grado universitario.
—¿Puedo cursar una FP como complemento a mi formación?
—Sí, la FP es un tipo de titulación muy complementaria, ya que tiene una orientación muy cercana a la empleabilidad, y es una opción fantástica para esquivar esos datos de paro tan elevados.
De hecho, se está dando un camino a la inversa hasta ahora bastante desconocido: el de muchos universitarios que se matriculan en una FP superior para adquirir conocimientos prácticos de una disciplina que no fue la que ellos eligieron en su momento. Por ejemplo, vemos a gente de letras que son capaces de matricularse en una FP tecnológica con solvencia, pero que no podrían asumir matricularse en una carrera de ingeniería.