Por Neil Tetley, Director de Hastings School
Tanto en la etapa escolar como en la vida universitaria, el sistema educativo basado en el Bachillerato Internacional es uno de los más reconocidos a nivel mundial, una propuesta educativa moderna e innovadora, por la que cada vez se decantan más estudiantes con el objetivo de potenciar sus habilidades personales e intelectuales, así como emocionales y sociales, siendo estas cualidades la llave que les abrirá la puerta de su adaptación a un mundo cada vez más globalizado y en constante evolución.
En este sentido, cuando los alumnos escogen formarse en el sistema educativo internacional, se decantan por una educación transversal, es decir, por un programa estructurado en correlación con las asignaturas que van a tener que cursar. Todavía son muchos padres y alumnos los que desconocen que, desde este modelo educativo, se trabajan seis áreas comprendidas por algunos factores troncales que procedemos a explicar:
Por un lado, en el PDBI (Programa de Diploma de Bachillerato Internacional), los alumnos tienen que estudiar: matemáticas, una ciencia, una humanidad, una primera lengua y un segundo idioma. A continuación, la sexta opción puede completarse con una asignatura de letras o una segunda de las mencionadas con anterioridad, por ejemplo, escogiendo dos asignaturas de ciencias.
De las asignaturas señaladas, tres de las mismas se estudian en el nivel superior, lo que implica que los alumnos tengan que enfrentarse a un contenido más amplio y a un examen con mayor dificultad y por otro lado, las tres asignaturas restantes se preparan en un nivel estándar lo que significa que el contenido es más reducido y los exámenes conllevan una dificultad inferior.
Además de todo ello, y para prosperar en el desarrollo académico y humano de los estudiantes deben completar: un ensayo académico de, aproximadamente, 4000 palabras; Teoría del conocimiento, consiste en un curso de filosofía del conocimiento. Asimismo, uno de los proyectos más importantes a la hora de obtener el Diploma, más allá de las asignaturas impartidas, es el enfocado a desarrollar tres áreas vinculadas con Creatividad, Acción y Servicio.
Ni que decir cabe, que el IB es una organización idealista cuyo propósito es garantizar una educación academia basada en el rigor, pero también que los jóvenes puedan desarrollar unos atributos que destacan en el perfil del alumno IB: inquietos, conocedores, pensadores, comunicadores, con principios, una mentalidad abierta, solidarios, capaces de asumir riesgos, equilibrados, reflexivos.
Por lo tanto, su misión es desarrollar jóvenes inquisitivos, conocedores y solidarios que participen a crear un mundo mejor y más pacífico a través del entendimiento y del respecto intercultural.
Ningún plan de estudios ofrece una fórmula automática para el éxito escolar, ya que, en última instancia, los colegios tienen que aplicar cualquier material con verdadero éxito. Sin embargo, el PDIB ofrece un plan de estudios maravillosamente equilibrado (en términos de materias académicas y de desarrollo del carácter en general). Es más que un plan de estudios académico.
A modo de conclusión, una vez expuestos los patrones que nos ayudan a entender en qué consiste mencionado modelo educativo, es importante comprender las ventajas que ofrece que nuestros hijos se formen en este sistema.
La automatización significará que cualquier trabajo que pueda ser realizado mejor por los ordenadores lo será (ya estamos viendo que esto ocurre). Por lo tanto, los trabajos profesionales requerirán esas cualidades claramente «humanas» identificadas en el perfil del alumno del IB. Las buenas notas ayudan a abrir las puertas de las mejores universidades o de los mejores puestos de trabajo, pero una vez que se atraviesan esas puertas, lo que es crucial es la capacidad de alguien para resolver problemas, para trabajar bien con otros, para comunicarse eficazmente, etc.
Además, un mundo cada vez más globalizado requiere que los jóvenes tengan la capacidad de comunicarse con personas de culturas muy diferentes: tanto la capacidad lingüística como la inteligencia cultural. El PDIB se centra en lo que los jóvenes necesitarán cuando dejen la escuela y la universidad.