Por Jonathan Gunzi, Hastings School – Head of Secondary
Durante la pandemia mundial provocada por el Covid -19, los colegios de casi todo el mundo se vieron obligados a cerrar sus puertas. Ante este hecho, desde los centros educativos hemos tenido que dar una respuesta inmediata ante esta situación e implementar el aprendizaje remoto de manera abrupta.
Bajo este contexto, la tecnología ha sido esencial para proporcionar a los estudiantes una educación eficaz y eficiente, permitiendo a los estudiantes continuar con sus hábitos de estudio del día a día, desde el primer día de confinamiento hasta el último.
Por otro lado, son muchos los profesores que, también, han tenido que adaptarse a este aprendizaje on-line para impartir sus lecciones mediante video llamadas o realizando incluso, evaluaciones digitales. En este sentido, los docentes hemos aprendido a adaptarnos y ser versátiles, a valorar la independencia, el esfuerzo y la resolución con la que los alumnos han afrontado esta situación. Y, además, se ha puesto de manifiesto, más si cabe, la importancia del apoyo paterno.
De este modo, la urgencia con la que se ha implementado y se han dispuesto dichas herramientas, para continuar con el aprendizaje de los alumnos, ha obligado a los centros escolares a reinventar el modelo educativo. Asimismo, se ha comprobado que la interconexión que genera la tecnología en el ámbito académico es indudable, pero todavía son muchas las incógnitas sobre ¿cómo aprovechar al máximo la implantación inminente de la tecnología en la educación?
Para ello, en primer lugar, es fundamental que los profesores cuenten con una plataforma lo mejor estructurada posible, que no les limite su capacidad de ser creativos y experimentar con nuevas formas de enseñanza.
En segundo lugar, en lo referente a estudiantes y a sus familias, con el objetivo de mantenerlas a bordo del aprendizaje digital, es preciso que se continúe ofreciendo un plan de estudios completo, ya sea total o parcialmente on-line. Y por último, aunque el aprendizaje on-line ha acelerado enormemente nuestra comprensión y aplicación del aprendizaje digital, su uso en el aula requiere una cuidadosa consideración, planificación y reflexión.
Sin duda alguna, esta situación se ha convertido en todo un reto, no solo para los alumnos y sus padres también, para todos aquellos centros escolares y profesores que han aceptado el desafío de esta transición, siendo capaces de llevar el colegio a los hogares mediante los dispositivos digitales.
De esta manera, el aprendizaje remoto sigue siendo una necesidad, sobre todo, ante una situación que continúa agravándose en casi todo el mundo. Es por ello, que muchos padres viven bajo un continuo interrogante, ¿cómo podemos asegurarnos de que nuestros hijos emplean las herramientas de aprendizaje de una forma segura?
Por ejemplo, desde Hastings School, hemos puesto en marcha el programa 1to1, provee un servicio a los estudiantes que incluye una laptop, aplicaciones aprobadas, entrenamiento seguro y un robusto software de filtrado y bloqueo de IA que monitorea el uso de las laptopspor parte de los estudiantes.
De este modo, los alumnos no pueden acceder a contenido inapropiado o descargar software adicional. Esto significa que los portátiles, en este caso, se utilizan para las tareas escolares en casa, mientras que los dispositivos de propiedad privada, pueden ser utilizados para actividades de ocio como los juegos. Esto puede dar a los padres más confianza y tranquilidad, pues el uso que se hace de los dispositivos escolares es, sin duda, responsable.
Con todo ello, desde los centros escolares se ha hecho un gran trabajo en materia educativa. Los profesores han continuado adaptándose y han aprendido a lidiar con las complejidades de la nueva normalidad. Así pues, el aprendizaje digital también ha ayudado a mejorar la comunicación de los profesores con los padres, por ejemplo, a través de seminarios on-line.
Para concluir, uno de los mayores desafíos con los que nos hemos encontrado en los centros escolares ha sido el aprendizaje mixto. Tras la reapertura de las escuelas, algunos de los alumnos acuden de manera presencial a las aulas mientras otros, continúan aprendiendo desde casa. Este hecho ha obligado a adaptarnos a un modelo educativo combinando los dos estilos, tan diferentes, de enseñanza.