Por Abigail Kay, Head of Infants, The English Montessori School
Los estudios más recientes concluyen que la mayoría de los niños experimentará o será testigo de algún tipo de ‘bullying’ durante su etapa escolar. Es por ello que debemos guiar y apoyar a nuestros hijos durante esos años para evitar que sufran o ejerzan esta práctica.
En los centros educativos se trabaja en la prevención desde diferentes perspectivas. Sin embargo, como padres y cuidadores jugamos un papel individual fundamental en esta lucha contra el acoso escolar.
El ‘bullying’ puede darse en cualquier situación en la que un niño o adolescente esté siendo herido deliberadamente por otras personas y les resulte difícil defenderse. Puede desarrollarse de diferentes maneras, ya sea de forma física, verbal o emocional, y por diferentes motivos. En este contexto, es imprescindible en primer lugar saber identificarlo y saber actuar frente a él, pero también lo es tomar ciertas medidas para procurar evitarlo.
¿Cómo saber que nuestro hijo está siendo víctima de ‘bullying’?
En muchas ocasiones las señales del acoso escolar no son tan obvias como podría parecer a priori. Sin embargo, aunque no podemos vigilar constantemente a nuestros hijos, nosotros los conocemos mejor que nadie.
En ese sentido, es importante que estemos atentos ante cualquier posible cambio en su comportamiento, como que de repente se vuelva más tranquilo o retraído, comience a portarse mal o a meterse en problemas. Aunque cada niño puede exteriorizar que está sufriendo acoso de un modo diferente, siempre existen señales que pueden alertarnos de que algo está sucediendo. Por ejemplo, que no quiera ir al colegio, se niegue a realizar actividades habituales, se queje frecuentemente de problemas sin explicación, esté enfadado después de encuentros con amigos, ya sean físicos o a través de sus dispositivos electrónicos, finja estar enfermo o sufrir dolores, tenga pesadillas o muestre ciertos signos de ansiedad o tristeza.
Igualmente, para detectar cualquier posible señal de acoso escolar, es imprescindible que escuchemos siempre lo que nos cuenta nuestro hijo y que lo tomemos en serio. Si detectamos cualquier signo de la existencia de un conflicto, como que nuestro hijo nos exponga que otras personas no son amables con él o le han dicho o hecho cosas desagradables, debemos considerar los hechos y trabajar con ellos los próximos pasos a dar. Así mismo, es muy importante que valoremos cuándo necesitamos pedir ayuda.
¿Cómo podemos evitar que nuestro hijo ejerza acoso escolar?
En esta etapa en la que los niños se están desarrollando de forma física, emocional y social, necesitan nuestra ayuda para comprender cómo comportarse con los demás. En muchas ocasiones, no saben cuándo están cruzando la línea. Por ello, debemos enseñarles a diferenciar los límites. Por ejemplo, sobre cuándo una simple broma puede convertirse en una burla o comportamiento que sea ofensivo o hiera.
Para algunos niños puede resultar además particularmente difícil regular su comportamiento o sus acciones, por lo que es posible que necesiten apoyo adicional. Otros en cambio estarán imitando comportamientos que han visto en otras personas. De hecho, muchos niños que intimidan a otros lo hacen porque ellos mismos se encuentran en una situación difícil, en cuyo caso necesitarán ayuda para explorar cómo se sienten, qué los llevó a dicho comportamiento y qué debe cambiar. Igualmente, por otro lado, es perfectamente común que los niños tengan discusiones y peleas entre amigos, por lo que deberemos guiarlos para resolver el conflicto y “hacer las paces”.
Los niños están influenciados por su familia y por la comunidad en la que crecen. Todo lo que ven, escuchan o leen les afecta en gran medida. Por ello, debemos ser conscientes de la necesidad de trabajar por educarles en una sociedad inclusiva, que haga frente a los prejuicios, y en la que nuestros hijos se sientan seguros y valorados.
Además, es muy importante que les enseñemos el valor de la diversidad, porque los niños en muchas ocasiones suelen enfocarse en aspectos sobre las personas que sienten que son diferentes: ya sea por cuestiones de discapacidad, raza, género, sexualidad, fe, pobreza, talento, situaciones en el hogar o incluso afecciones de la piel, alergias, entre un largo etcétera.
Consejos podemos para que nuestros hujos eviten el ‘bullying’
Existen ciertas pautas que siempre podremos dar a nuestros hijos para evitar de primera mano que se produzcan situaciones desagradables o que se vean involucrados en cualquier tipo de conflicto. Algunas de ellas son:
- Enseñarles a ser amables y respetuosos con los demás juega un papel vital para modelar sus relaciones positivas.
- Ayudarles a reconocer y enfrentar las injusticias. Los niños deben comprender que existen prejuicios y desigualdades que no deben determinar sus actitudes.
- Explicarles el valor de la verdadera amistad para que sepan diferenciar y reconocer cuándo están siendo desagradables o manipuladores con ellos, o ellos con los demás.
- Inculcarles confianza en ellos mismos. Ya sean más o menos tímidos, la confianza en uno mismo es algo que debe trabajarse desde pequeños.
- Mostrarles apoyo continuo para que sepan enfrentar todo tipo de situaciones y pedir ayuda. Deben saber que no están solos y que en sus comportamientos y situaciones se encuentran involucradas otras personas.
- Establecer ciertos límites tanto físicos como emocionales, ayudándoles a comprender que no deben ser bruscos con los demás ni los demás con ellos. Los niños necesitan nuestra ayuda para aprender a respetar el espacio personal de uno mismo.
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