Hace ya unas semanas que ha empezado el nuevo curso en toda España. Este año, sin duda, está siendo muy diferente a cualquier otro que hayamos vivido con anterioridad: de repente, tenemos que aprender a convivir con una pandemia a nivel mundial. Y, aunque todos llevamos tiempo sabiendo que el paradigma ha cambiado, no nos imaginábamos cómo se gestionaría este nuevo curso hasta ahora.
De un día para otro, nos estamos viendo obligados a enfrentar la situación y a adaptarnos según va cambiado. Ahora tenemos que vivir más al día que nunca y, el hecho de no saber qué puede pasar mañana, nos genera una sensación de incertidumbre que se puede traducir en miedo, inseguridad e, incluso, ansiedad.
La incertidumbre se define concretamente como la falta de seguridad, certeza o confianza sobre algo presente o futuro. Esto, nos crea inevitablemente un sentimiento de inquietud que, a su vez, puede causarnos un gran sufrimiento.
Dada la inédita situación, a la vez que actuamos con responsabilidad, debemos continuar con nuestra vida con la mayor normalidad posible y realizar un esfuerzo para que el contexto no nos afecte a nivel emocional. Del mismo modo, es nuestro deber ayudar a nuestros hijos para que la incertidumbre no les afecte negativamente.
Por todo ello, aquí van 10 consejos que pueden ayudaros a gestionar con nuestros hijos la nueva situación:
Vivir el presente
Aunque a todos nos afecta la situación en mayor o menor medida, debemos intentar ser conscientes de la parte que depende de nosotros. Es decir, actuar con responsabilidad individual, pero no perder nuestra energía donde no podemos influir. Tal y como bien dijo el filósofo chino Confucio: “Si los problemas tienen solución, ¿de qué te preocupas? Y si no la tienen, ¿por qué sigues preocupándote?”. En este momento de futuro incierto, en el que las cosas no paran de cambiar, es normal que nos hagamos preguntas constantemente, así como nos las hacen nuestros hijos. Sin embargo, es importante centrarnos en el presente, sobre todo en aquello que podemos controlar y no anticiparnos de manera negativa a los acontecimientos, pues no hay nada más peligroso que nuestra propia imaginación para evitar disfrutar del día a día y vivir con miedo.
Analizar la situación desde diferentes perspectivas
Lo primero es vencer nuestro propio miedo para ayudar a nuestros hijos a vencer el suyo. Para ello, podemos ver la situación como una buena oportunidad para salir reforzados, aplicando el concepto de resiliencia. Al final, tendremos que aprender a vivir con la pandemia y el colegio es un buen escenario para hacerlo con prudencia y seguridad.
Hablar abiertamente de la situación
La comunicación con nuestros hijos es siempre imprescindible, pero más aún ante este tipo de situaciones. Ellos están constantemente expuestos a mucha información de distintas fuentes que procesarán igualmente. Por ello, es importante que nos adelantemos. Debemos explicarles abiertamente la situación y no subestimar su entendimiento. Adaptar el tono y la información a su edad, pero ser sinceros. Así, evitaremos por un lado que se imaginen situaciones aún peores que les generen miedo o ansiedad y, por otro, nos aseguraremos de que actuarán con responsabilidad en la medida de lo posible cuando no estemos presentes.
Expresar preocupaciones y sentimientos
Es normal que la incertidumbre del momento nos cause cierto malestar generalizado. Por ello, ahora más que nunca debemos animar a nuestros hijos a expresar sus inquietudes y sentimientos. Es beneficioso que hablemos con ellos cada día un ratito de cómo se han sentido, cómo han actuado y cómo pueden hacerlo ante las diferentes situaciones que se les vayan presentando.
Enseñarles a perder el miedo a los cambios
Es importante que, para lograr el equilibrio mental y la tranquilidad, trabajemos con nuestros hijos su predisposición a los cambios. Debemos ayudarles a comprender que el cambio no tiene porqué ser sinónimo de algo negativo, sino todo lo contrario. Enseñar a nuestros hijos a ser flexibles les proporcionará una mayor seguridad. Aunque todos nos sentimos a gusto en nuestra zona de confort, una situación cambiante nos puede ayudar a aprender a adaptarnos y a coger confianza en nosotros mismos para superar metas y obstáculos.
Trabajar con ellos su resiliencia
En muchas ocasiones todos nos vemos obligados a hacer frente a situaciones desagradables y dolorosas. Por ello, es muy importante trabajar con los niños su resiliencia, entendida como la capacidad de una persona para superar circunstancias difíciles, saliendo reforzado de ellas. Cuanto más les preparemos, mejor sabrán afrontar este tipo de situaciones cuando lleguen.
Ayudarles a planificarse y a controlar el tiempo
Tener una planificación diaria nos ayuda a organizarnos y tranquilizar nuestra mente. En el caso de los niños, es importante que no dediquen todo el día a las mismas tareas. Deben tener unos horarios y es importante que los cumplan. Asimismo, es importante controlar el tiempo que pasan con cada actividad y limitar el uso de pantallas.
Asignarles ocupaciones y motivarles en la realización de sus tareas
Ahora que debemos estar más tiempo en casa, encontramos una buena oportunidad para que los niños vayan aprendiendo ciertas tareas. Cuanto antes las adquieran como costumbre, mejor. Al principio es beneficioso hacerlas conjuntamente, pero luego podemos ir otorgándoles ciertas competencias en tareas sencillas y transmitirles que son imprescindibles para su realización. Así, sentirán ciertas responsabilidades como algo útil para ellos mismos.
Reservar espacios para el ejercicio físico y el ocio
Para el bienestar general es imprescindible la realización de ejercicio físico, así como el tiempo para el ocio, especialmente en los niños. Por tanto, es importante que respetemos estos tiempos en la planificación rutinaria del día a día.
Incentivar su confianza
Una de las claves principales para afrontar la incertidumbre, sin ninguna duda, es la confianza en uno mismo, pues nos hace sentir capaces de enfrentarnos a las adversidades. En ese sentido, es muy importante trabajar la motivación de nuestros hijos e insistir positiva y constantemente en sus capacidades. Siguiendo estos consejos, conseguiremos orientar y motivar a nuestros hijos para que, poco a poco, sean más independientes y capaces de solucionar conflictos emocionales. En definitiva, fomentaremos su fortaleza, autonomía y autocuidado para hacer frente a la incertidumbre.
Ana Ciruelos y Natalia Guijarro,
Psicólogas de TEMS, The English Montessori School
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