La vuelta al cole este año está siendo más difícil que nunca. El contagio a la familia, la conciliación y el uso prolongado de mascarillas son los miedos más comunes de los españoles. Así se desprende de un estudio de Toluna, compañía especializada en investigación online. Toluna ha encuestado a 1.500 personas mayores de edad, mil de ellos padres y madres con hijos en edad escolar, para mostrar una radiografía de la vuelta a las aulas y sobre las vacunas COVID19.
Los resultados demuestran una inquietud masiva por la vuelta al ‘cole’. En concreto, más de un 87% de los padres y madres declaran sentirse muy preocupados. El posible contagio a la familia (66,55%), que los centros no cumplan con la normativa (49,15%) son las dos principales preocupaciones. Tras ellas, el prolongado uso de mascarillas en los peques (48,14%), o la conciliación en el caso de un positivo en el aula (47,23%). Y en el caso de la conciliación, a un 40,56% de los padres y madres, les perturba las consecuencias laborales que puedan tener las posibles bajas consecutivas por contagio en las aulas de sus hijos.
Así se comportan las familias con la vuelta al ‘cole’
En solo una semana de curso, ya se han dado los primeros casos de contagio en las aulas (un 1% declaraba haber tenido casos en las aulas de sus hijos). La incertidumbre y la desconfianza en las medidas para la vuelta al ‘cole’ son evidentes. Quienes no han tenido contagio en las aulas, consideran que todo es cuestión de tiempo. De muy poco tiempo, ya que el 40% de ellos cree que en solo 15 días la clase de sus hijos estará en cuarentena. Un dato que evidencia lo anterior, es que un 23,73% de las familias, han decidido no comprar todo el material.
Ademas, no todos los adultos están de acuerdo en la vuelta presencial 100% a las aulas. Solo un 44,86%, mientras que el 32,54% considera que debería apostarse por una vuelta al cole mixta.
Medidas adicionales y caseras
Las principales medidas adicionales para prevenir el contagio que van a llevar a cabo las familias españolas son la desinfección de zapatos, mochila y material escolar cada día (66,78%). Además, muchos cambiarán la ropa nada más llegar a casa (60,45%), tomarán la temperatura cada día antes de ir al colegio (52,66%) o cerrarán el núcleo de contactos de los niños (33,67%).
Otro dilema a raíz de la situación del COVID19, es si dejar o no a los niños en el comedor. Casi el 11% de padres y madres han decidido no dejar a sus hijos en los comedores por primera vez.
El 94,58% de los encuestados considera que los niños necesitan volver a sus rutinas. Pese a ell, cerca de la mitad de los padres y madres españoles, declara que si pudiesen elegir, dejaría en casa a sus hijos a pesar de las consecuencias penales.
De la foto global de los encuestados, el 38,82% tiene trabajo presencial, el 17,91% teletrabaja, un 10.39% combina teletrabajo con oficina y un 11,5% están en el paro. Asimismo, un 6,21% es ama de casa, un 4,9% tiene jornada reducida y un 3,14% se encuentra en un ERTE a la espera de volver a trabajar.
A pesar de que la mayoría tienen trabajo presencial, cerca de un 43% dice que se organiza perfectamente con los niños en casa. Así, declaran que no habría problema en superar un nuevo confinamiento.
Sobre el dilema de medidas de protección de gobierno a padres con hijos contagiados, la respuesta es clara. Más de la mitad consideran que deberían darles la baja, o al menos una reducción de jornada para sobrellevarlo (el 39,32%)
¿Vacunas sí o no?
A pesar de que solo un 9,35% de los encuestados se considera antivacunas, la vacuna contra el COVID19 genera muchas dudas en la población. El estudio afirma que a casi un 82% de los españoles les preocupan los efectos secundarios. En esta línea, casi un 55% afirma que solo se la pondrían si hubiera garantías de seguridad, frente al 28,82% que se la pondrá en cuanto esté disponible. Además, más de un 9,28% todavía tiene dudas sobre lo que hará.
A pesar de este escepticismo generalizado sobre los efectos secundarios, un 32,59% se ofrecería voluntario para testar la vacuna si estuviese bien pagado. Sin embargo, el 86% de las familias pondría sin dudar a sus hijos la vacuna.
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