Desde hace un tiempo, mucho se está hablando sobre la inclusión de las herramientas tecnológicas en el aula como recurso didáctico y esto nos ha llevado más de una vez a escuchar cómo algunos se preguntan si, en un futuro, la tecnología ocupará el lugar de los profesores.
Es importante valorar el apoyo educativo de la tecnología, aunque debemos ser conscientes de que se trata de una herramienta para complementar la enseñanza presencial, pues por mucho que avance la tecnología en el ámbito educativo, es el docente quien guía el aprendizaje de los alumnos y les trasmite valores para comportarse como ciudadanos responsables y solidarios. No obstante, es cierto que en muchos centros escolares las TIC’s están a la orden del día y son una parte fundamental de nuestro método de enseñanza e, incluso, un valor diferencial en nuestro proyecto educativo.
Con la llegada del estado de alarma y la suspensión de las clases, algunos colegios hemos podido seguir desarrollando el curso escolar tal y como teníamos previsto aunque, esta vez, con clases online. Ahora bien, ¿ha sido esto realmente fácil para alumnos que están en cursos decisivos como bachillerato y que, en poco más de un mes, se enfrentarán a las pruebas de la EVAU? ¿Cómo les afectará, realmente, no haber podido asistir a clase durante los últimos meses antes de pasar a la universidad?
Situación nunca vista
Sin duda, nos hemos enfrentado a una situación nunca vista y, sobre todo, que no predecíamos cuando el curso escolar empezó. No obstante, los docentes, los padres y los alumnos, nos hemos reinventado y adaptado para hacer que esto afecte lo menos posible en la preparación a de esta prueba tan importante y, a su vez, definitiva para determinar, en muchos casos, el futuro profesional de los estudiantes.
Una de las claves fundamentales para adaptarnos a la metodología de aprendizaje online y en remoto desde el primer día, ha sido el hecho de que las TIC’s y la digitalización de muchos contenidos ya formasen parte de nuestro proyecto educativo. Por ejemplo, al día siguiente de la suspensión de las clases presenciales, los alumnos de ESO y Bachillerato pudieron seguir con el horario lectivo habitual, sin perder ni un día del curso y siguiendo la programación prevista.
Por supuesto, las primeras semanas fueron estresantes para los profesores que tuvieron que reestructurar materiales y adaptar la nueva forma de comunicarse con los alumnos pero, sin duda, una vez más, queda demostrado que como seres humanos somos capaces de adaptarnos a cualquier situación y, con actitud y aptitud, conseguir que sea todo un éxito.
Asimismo, uno de los puntos más importantes que sí han cambiado es la forma de evaluar, ya que se realiza una evaluación formativa y de diagnóstico a través de trabajos o proyectos que complementan los exámenes online a través de diferentes herramientas estandarizadas.
A la vez que los contenidos académicos se han podido impartir dentro de esta nueva normalidad hay un factor esencial que no hemos pasado por alto: el apoyo emocional a los alumnos.
Facilidades a los alumnos
Lo que está claro es que, hasta ahora, el claustro de profesores nos hemos volcado en poner todas las facilidades posibles para que los alumnos, sobre todo en esta recta final, antes de la EvAU se vean lo menos perjudicados posible y que puedan seguir su formación académica, tal y como se ha hecho en los años anteriores.
Aunque esta situación afectará de forma diferente a cada uno de nuestros alumnos, estamos seguros de que los buenos resultados obtenidos por los alumnos de CEM, año tras año, en la EvAU, se repetirán en la próxima convocatoria los días 6, 7 8 y 9 de julio, y confiamos en que el esfuerzo y trabajo realizado se verá reflejado en estos resultados.
De este modo, para concluir, debemos tener claro que esta situación puede afectar a los alumnos y, sobre todo, que a cada uno le afectará de una forma distinta. No obstante, confiamos en que la labor de unos y otros, profesores, estudiantes y familias, ha sido la mejor para que esta crisis sanitaria, que ha hecho que muchos sectores y trabajos se reinventen, afecte de la menor forma posible.
Artículo de Emma Pérez
Directora del Colegio Europeo de Madrid