La jornada laboral de una persona «normal» hace 50 años, gracias a la tecnología, hoy se podría completar en apenas una hora y media. No todo iban a ser desventajas en la tecnología. El problema es que este estudio teórico no tiene reflejo en las jornadas convencionales. Tal vez ha llegado el momento de plantearse que ese ahorro podría repercutirse en la jornada laboral real, «rehumanizando» nuestro trabajo y tiempo.
Estos datos han sido obtenidos de un nuevo informe realizado por el Adecco Group Institute en el que se ha encuestado a más de 200 directores de RRHH. Entre sus resultados más sorprendentes, el del titular de este artículo: gracias a la tecnología, una jornada laboral de 1970 se completa en el presente en tan solo una hora y media. Los expertos no creen que la aparición de máquinas y robots en el mercado laboral sea sinónimo de destrucción de empleo. De hecho, tal y como señala el Adecco Group Institute, el 74% de los profesionales en esta materia pronostica que la IA no supondrá un peligro alguno. Por si fuera poco, un 72% cree que las tecnologías mejorarán las condiciones de vida de los empleados. En unos años, estas se encargarán de tareas rutinarias como el intercambio de información, el análisis de datos y las destrezas manuales.
Adecco pronostica que en los próximos 10 años las labores con poco valor añadido podrían verse reducidas hasta en un 20%. Esto equivaldría a 8 horas semanales menos o, lo que es lo mismo, a una jornada laboral completa diaria.
Hacia la ‘rehumanización’ del tiempo
Lejos de ser un enemigo para la creación de empleo, los expertos confían en que estas tecnologías pueden revolucionar el modo en el que la gente trabaja y vive y crear sociedades más productivas y felices. La llave está en saber generar relaciones fructíferas entre seres humanos y máquinas, a través de actividades híbridas. Para poder llevar a cabo dichas acciones, se necesitarán nuevas competencias a las que se las ha denominado fusion skills (competencias combinadas, en español). Una de las más destacadas es la rehumanización del tiempo, que contribuye a generar un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral para el ser humano. De este modo, las jornadas laborales que las compañías ganan gracias a la Inteligencia Artificial se podrían invertir en dar a las personas incentivos como una mayor flexibilidad.
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