Como se desconoce aún el tiempo en que van a estar suspendidas las clases presenciales, no se podrán tomar decisiones más concretas hasta dentro de un tiempo.
La revisión de contenidos gana peso
El Grupo 9 de Universidades (G9), que engloba estudiantes de nueve comunidades autónomas, ha pedido que se revise la programación de la prueba.
La Asociación Nacional de Profesores de la Enseñanza (ANPE) ha demandado a las administraciones que unifiquen criterios y estudien la posibilidad de «no examinar de los contenidos que no hayan sido impartidos».
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa) ha propuesto «recuperar las clases a final de curso o rebajar la materia curricular».
El Sindicato de Estudiantes (SE) ha exigido a Educación «medidas extraordinarias» para la EVAU, como la reducción de los temarios e incluso su suspensión y que la nota media del Bachillerato sea la nota de corte para acceder a la Universidad.
Sin embargo, Estudiantes en Movimiento cree que no debe suspenderse pues considera que «eliminaría la única forma, aunque parcial y mal enfocada, de homologar los criterios de evaluación entre todas las estudiantes». Ha pedido que se prorrogue el curso de forma proporcional a las semanas que estén cerrados los centros educativos.