Uno de los mayores descubrimientos de los últimos años, el ordenador cuántico de Google, tiene la etiqueta ‘Made in Spain’. Su padre es Sergio Boixo, informático y filósofo español y una de las figuras clave de la computación cuántica.
Pero que nadie se alerte por los titulares de los periódicos: ni la supremacía cuántica acabará con el mundo; ni una nueva orden imperará en el planeta. Sí es cierto que este tipo de ordenadores va a revolucionar la forma de calcular y con ella, nuestras vidas. Pero habrá que esperar aún algo a que estos acontecimientos nos afecten directamente.
Supremacía cuántica
En primer lugar, y en palabras de MIT Technology Review, lo que el ordenador cuántico de Google ha demostrado es que se puede realizar un trabajo “imposible para cualquier superordenador convencional, ni siquiera el más potente, en ningún período de tiempo práctico. Se trata de uno de los hitos más importantes del mundo de la informática y se conoce como ‘supremacía cuántica’». El nombre proviene de un trabajo: Supremacía cuántica mediante un procesador superconductor programable. Este documento estuvo publicado brevemente en la página web de la NASA antes de ser retirado. Quienes deseen leer este estudio pueden encontrar una copia aquí.
“Estamos explorando nuevas fronteras científicas donde nunca hemos hecho experimentos antes, nos sentimos pioneros”, explicaba Sergio Boixo a EL PAÍS desde Mountain View (California). “Empezamos a trabajar hace unos cuatro años. Queríamos demostrar que un ordenador cuántico fundamental puede ser más rápido que los mayores superordenadores del mundo”. Hoy lo han demostrado y este científico ha querido reconocer el trabajo de otros “españoles cuánticos” de oro. Ellos son Darío Gil, hoy su competidor en IBM; Ignacio Cirac, director del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, o Diego Porras y Juanjo García Ripoll, del CSIC.
El ordenador cuántico de Google, un hito
Precisamente Ignacio Cirac revelaba recientemente su admiración por el trabajo del ordenador cuántico de Google: “Sí, es un hito. Puede discutirse si va muchísimo más rápido o solo mucho más rápido que un superordenador convencional, pero eso son detalles. Ha habido un cambio muy importante de prototipos, que eran bastante imperfectos, a este prototipo que ya funciona bastante mejor que los demás. Ha habido un salto que hace que se abran nuevas puertas”. Y es que este ordenador cuántico de Google ha podido resolver en 200 segundos un problema que al superordenador más rápido del mundo le habría llevado 100 siglos.
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