El mejor currículum vitae es el que nos sirve para conseguir el empleo. Es obvio, pero es difícil acertar. ¿Qué buscan los responsables de RRHH? ¿A quién descartarán? ¿Cumple tu CV la regla de los 6 segundos?
Ese es el tiempo máximo que dedicarán a ojearlo (sin hache: no van a pasar páginas sino a pasar la mirada sobre él). Atrapar esa mirada, retenerla, obligar a seguir leyendo… Esa es la clave del éxito. Muchos afirman que lo mejor es presentar las funciones que se han ocupado en los últimos años, los logros y metas conseguidas.
“Se trata de un tipo de currículum vitae cuyo objetivo fundamental es transmitir la información describiendo el conjunto de funciones desarrolladas durante la vida laboral. En él, se agrupa la experiencia profesional por temas como el sector de actividad o el área de actuación y, dentro de cada bloque temático, se especifican las tareas realizadas y los logros obtenidos”, explican desde Randstad.
Lo que se busca es poner el foco en las habilidades y capacidades que tenemos, dejando a un lado los cargos y empresas en las que la persona ha trabajado. “Además, permite exponer los detalles que dan mayor valor a la candidatura. ¿Cómo? Destacando los puntos positivos y omitiendo, en el caso de haberlos, los aspectos que puedan influir negativamente en la selección como pueden ser los frecuentes cambios de empleo sin justificar”, continúan en la firma de Recursos Humanos.
¿Cómo redactar un CV por funciones?
Desde Randstad nos brindan las claves para redactar un currículum por funciones.
- Describe tu perfil profesional: incluye una reseña general de tu perfil profesional, de los trabajos realizados y de las funciones desempeñadas durante tu trayectoria profesional.
- Agrupa tus actividades laborales: a continuación, en un apartado independiente, debes mencionar el sector de actividad en el que has trabajado. No hay que hacer referencia al tiempo de actividad en cada empresa ni a las posiciones ocupadas.
- Incluye las habilidades, experiencias y logros que has desarrollado y conseguido: dentro del apartado anterior, tienes que añadir un pequeño resumen de las aptitudes y objetivos alcanzados para ofrecer una idea general de tus capacidades.
- Destaca tu formación académica: posteriormente, en un nuevo apartado, debes añadir la formación que esté alineada con los requisitos de la oferta. Recuerda que menos es más, por lo que conviene incluir solo los conocimientos que sean interesantes para el puesto.
- Completa tu currículum con otras referencias de interés: por último, completa tu currículum destacando datos como los idiomas que dominas, tus aficiones personales o tus aptitudes.
LOS CONTRAS…
Como el resto de los formatos, el currículum funcional puede presentar algunos inconvenientes:
- Al prescindir del nombre de las empresas en las que se ha trabajado, se pierde información que puede ser relevante en algunos procesos. Esto es más importante, si cabe, en los casos en los que se ha trabajado en empresas referentes del sector.
- El currículum funcional deja de ser útil si la oferta de empleo requiere especificar los periodos de tiempo de actividad (e inactividad) y las particularidades de cada posición.
- En ciertos procesos de selección pueden descartar este tipo de currículum si no están familiarizados con el modelo.
- Limita la descripción del puesto y sus responsabilidades.