Claves para que los estudiantes emancipados no renuncien a la buena mesa
Descubrimos de la mano de los expertos de Kaiku los consejos más saludables para dar los primeros pasos en la vida universitaria sin que nuestra salud se resienta
La importancia de las rutinas
Durante el primer año fuera de casa el cuerpo y la mente se preparan para cambiar de rutina por completo, y es cuando los malos hábitos pueden aparecer. El primer consejo de la lista a la hora de mantenerse sano incluso en la universidad es no alejarse de la rutina diaria cotidiana.
Con la llegada de la universidad, el estrés y el trabajo se acumulan y se hace crucial establecer unos hábitos y horarios regulares en cuanto a las horas de las comidas, los momentos de descanso y los ratos de estudio. De esta forma, se asegura que el cuerpo no viva cambios muy bruscos que puedan alterarlo tanto anímica como físicamente.
Ojo con lo que comes horas intempestivas
Picoteos a altas horas y bebidas energéticas sin freno son constantes en la vida del universitario, pero aunque a corto plazo funcionan, a largo plazo son contraproducentes para el cuerpo y la mente. Es importante optar por alimentos con un alto nivel en proteínas y en fibra, como los lácteos sin lactosa o los cereales integrales: energía controlada y a largo plazo.
¿Caprichos? Sí, pero pocos
El café mañanero es uno más dentro de la rutina de todo estudiante, y es un gran compañero de biblioteca si se toma con cabeza. Ni tamaños XXL, ni tazas pequeñas demasiado cargadas, tener controlada la cantidad de cafeína es mucho más fácil en formato cup. Las marcas líderes han lanzado sus envases individuales con la medida justa.
La hora del ‘smart snacking’
Para evitar grandes y pequeñas la tentaciones, nada como tener siempre a mano, tanto en la mochila como en la nevera, aperitivos que sean fáciles de llevar y sobre todo, saludables. Humus con zanahorias, mantequilla de cacahuete con manzana o la combinación perfecta entre muesli, fruta y yogures o batidos.
¡A dormir!
Uno de los motivos por los que la motivación y los hábitos saludables se ven diezmados es por la falta de sueño. En la vida universitaria hay hueco para las fiestas y las quedadas, pero para mantener un estilo de vida saludable, también debe haber hueco para el descanso.
No dormir todo lo necesario, empeora el metabolismo y fomenta el consumo de alimentos poco saludables. Puede que las recomendadas 8 horas de sueño no se cumplan siempre, pero es bueno compaginar las horas nocturnas con pequeñas siestas de 20 minutos en mitad del día.