El dato ha sido el punto de partida del II Think Tank con directivos de RRHH: Empresas Felices ¡Bienvenida Pasión!, organizado por la red de profesionales Womenalia, que ha realizado un estudio una encuesta entre mujeres profesionales según la cual, un 65% de las consultadas afirma trabajar en empresas que no contemplan ningún plan de desarrollo del bienestar de sus empleados pese a que casi la totalidad (95%) afirma que sería necesario implementarlo.
Aunque el 76% de las consultadas afirman a estar satisfechas con el trabajo que desempeñan, más del 80% considera que sería conveniente que la empresa desarrollara acciones para incrementar su nivel de felicidad. Las iniciativas que se proponen como incentivo de salario emocional son acciones de vida saludable, mejora en la flexibilidad horaria para facilitar la conciliación, teletrabajo, mayor oferta formativa, tickets de comida y descuentos en gimnasios próximos, incremento de iniciativas solidarias, actividades de team building para la mejora de relaciones entre compañeros, así como tratamientos de cuidado corporal.
“No cabe duda de que las emociones se contagian, y una persona que se encuentre a gusto en su trabajo y sea feliz, acabará dando lo mejor de sí misma en el desarrollo de sus habilidades. Esto se traducirá en un ambiente óptimo para que se fomente la actitud positiva en el resto del equipo: menor absentismo frente a mayor energía, productividad y compromiso”. Así lo afirma María Gómez de Pozuelo, presidenta de Womenalia.
Sergio Cancelo, Happyness Manager y co-fundador de la empresa Happyforce, destacó en el transcurso de este Think Tank que las formas de comunicación entre empleados y empresas han cambiado y debemos adaptarnos. Por este motivo, han desarrollado una herramienta de medición de la felicidad organizacional, de feedback anónimo, que permite evaluar la satisfacción de los empleados en tiempo real, a través de comunicaciones honestas y bidireccionales: “Nuestro principal objetivo es generar un ambiente de confianza, para que los trabajadores se sientan escuchados y nos faciliten sus opiniones diariamente”.
Para Elena Mayor, psicóloga y formadora en Emotion “la vida no es esperar a que pase la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia. Si somos capaces de cambiar nuestros pensamientos, podremos también cambiar nuestras emociones, actitudes y también nuestro destino”.
Por su parte, la doctora Paloma Fuentes, primera directora de Felicidad en España -que ostenta este cargo en Mahou-San Miguel– asegura que “la felicidad es un estado especial de nuestro cerebro, es energía biológica. Un cerebro feliz es el que produce una mente feliz, consciente, coherente, sana y flexible”, afirma la doctora.El experto en gestión del entusiasmo, Víctor Küppers, fue uno de los protagonistas de la jornada. Para él, vivir con entusiasmo depende de la actitud de cada uno y el trabajo de un buen líder pasa también por ayudar a las personas de su propio equipo a ser mejores personas y mejores profesionales: “Tenemos que aspirar a vivir con alegría, porque es la única manera de sacar lo mejor de nosotros mismos. Las personas que han perdido la ilusión no deben resignarse a ello, porque verán su vida reducida a amargura, tristeza y mal humor, lo que inevitablemente se trasladará a su día a día, a su trabajo y a las relaciones que mantenga con su equipo”. Posteriormente, los asistentes debatieron en grupo, proponiendo sus propias iniciativas, con las que se elaborará un libro blanco sobre la felicidad en la empresa.