Por fin un dato relacionado con el desempleo juvenil para la esperanza. No es la bomba, pero algo es algo. Según ASEMPLEO, “la recuperación económica está haciendo posible que el número de jóvenes que ni estudia ni trabaja, se reduzca hasta situarse en los niveles previos a la crisis. En la primera mitad de 2017 (último dato disponible), representaban un 13% sobre el total de los jóvenes de entre 16 y 24 años (520.000 personas)”.
Los ni-nis, término denostado, pero ya oficial al utilizarlo hasta la Unión Europea en sus comunicaciones oficiales, son aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan pero están en búsqueda de empleo; pero también los que ni estudian, ni trabajan, ni se les espera. Es importante destacar que mientras el primer grupo se ha reducido de forma importante, el segundo se ha incrementado cerca de un 24% en los últimos 24 meses.
Los ni-nis sí conocen de géneros: Hay menos hombres ni-ni que mujeres y además, han reducido su representación en una medida mucho mayor. Es importante destacar que aquellos ni-ni que han completado un nivel medio de formación (al menos, hasta secundaria completa), son los que han disminuido con mayor intensidad desde 2015.
“La mejora del entorno económico ha traído consigo un aumento de la probabilidad de encontrar un empleo, no sólo para la población activa en general, sino también para aquellos que buscan su primer trabajo”, explican los responsables de ASEMPLEO. “En concreto, la probabilidad de que un joven encuentre su primer empleo se ha duplicado en el último año, al pasar del 6,7% del segundo trimestre de 2016 al 11,7% en idéntico trimestre de este año.
Andalucía, a la cabeza
Comercio, reparación y hostelería, son los sectores que ofrecen más opciones para este colectivo. En ellos es más probable que los jóvenes encuentren su primer empleo. Si analizamos la localización de estas posibilidades, vemos que en las Comunidades Autónomas que más han disminuido el número de ni-ni, son las mismas que lideran el aumento de la probabilidad de encontrar el primer empleo.
Destaca el caso de Andalucía, donde el 16,5% de los jóvenes menores de 25 años son ni-ni. Es un porcentaje altísimo, sin embargo, esperanzador, dado que en 2015 representaban casi el 20% del total. Así, la comunidad andaluza, junto con Aragón y Murcia, son las regiones en las que más ha aumentado la probabilidad de encontrar el primer empleo.
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