Crece la violencia de género en la adolescencia

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Más del 80% de los adolescentes y jóvenes españoles de 14 a 19 años afirma conocer o haber conocido algún acto de violencia entre géneros en parejas de su edad. De hecho son capaces de identificar una media de cinco actos por persona de violencia ejercida por chicos y una media de 3,7 de violencia ejercida por chicas.

Estos datos confirman que frecuentemente las relaciones de pareja de adolescentes y jóvenes españoles se articulan alrededor de mecanismos de posesividad y de control, lo cual da lugar a un comportamiento potencialmente agresivo por ambas partes, aunque más frecuente y más grave por parte del varón. Esta es una de las principales conclusiones extraídas del estudio “¿Fuerte como papá? ¿Sensible como mamá? Identidades de género en la adolescencia”, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, un centro privado creado por la FAD  gracias al apoyo de Banco Santander y Telefónica.

El estudio analiza, a través de una encuesta a 2.154 adolescentes y jóvenes escolarizados de 14 a 19 años, los estereotipos que giran en torno a lo que significa “ser chico” y “ser chica”, la manera en que se ponen en juego las expectativas, los roles y los referentes colectivos, con una mirada especial a las relaciones interpersonales.

Violencia entre géneros

cartel violencia notecortesEn la investigación realizada se ha indagado sobre los actos/situaciones de violencia entre géneros que los adolescentes españoles perciben en su entorno cercano.

Los resultados indican que existe una gran mayoría de adolescentes y jóvenes españoles (superior al 80%) que afirma conocer o haber conocido algún acto de violencia entre géneros en parejas de su edad. Concretamente, sólo un 12% de los adolescentes dice no haber conocido, entre sus compañeros o conocidos, alguno de estos actos de violencia ejercido por un chico hacia una chica, y sólo un 16,5% dice no haberlos conocido siendo ejercidos por la chica hacia el chico.

Son mayoritarios y generalizados los actos relativos al control (revisión del móvil, con quién se puede hablar, dónde se puede ir…). Es la faceta en la que las chicas aparecen como protagonistas del acto con más frecuencia. Entre los chicos, son más habituales la intimidación, el control personal y emocional, la violencia física y verbal o la violación de la intimidad.

Estereotipos

Uno de los principales objetivos del estudio es, conocer qué cualidades atribuyen a “ser chico” o “ser chica” y cómo definen estas identidades.

En este sentido, existe una aceptación muy generalizada entre chicos y chicas respecto a todos los tópicos que definen las hipotéticas diferencias: muy mayoritariamente las chicas son definidas como sensibles y tiernas (según el 56% de los jóvenes), preocupadas por la imagen (46%) y responsables y prudentes (36%). Los chicos, por su parte, como dinámicos y activos (66%),  independientes (36%) y posesivos y celosos (31%).

Estas atribuciones de cualidades a los diferentes sexos influyen de manera determinante en el establecimiento de estereotipos sobre las capacidades atribuidas a unos y otras. Ellas son percibidas como más capaces de comprender a los demás, más capaces de dar cariño y más capaces de reflexionar. Y ellos más decididos, mejores para el deporte y más hábiles con la tecnología.